Hoy vamos a hablar del último álbum publicado de Corto Maltés. El día de Tarowean, guionizado por Juan Díaz Canales y dibujado por Rubén Pellejero.
Estamos ante el tercer álbum de este equipo creativo, tras Bajo el Sol de Medianoche y Equatoria, y se confirma que el regreso del personaje de Hugo Pratt ha sido todo un acierto, y es que tanto a nivel de guión como de dibujo, los aficionados a Corto Maltés se encuentran a un personaje completamente reconocible con unas aventuras que conservan la esencia misma del personaje.
El día de Tarowean.
En esta aventura de Corto Maltés nos encontramos con lo que podría llamarse una precuela de la historia, y es que tendremos que remontarnos a la primera aventura de Corto, la Batalla del Mar Salado, en donde el personaje hace su primera aparición en el mar, atado a un madero.
Como bien se ve en la portada, este va a ser el final de esta historia, no hay spoilers, así lo han querido los autores, y ellos mismos lo confiesan en varias entrevisas.
La idea es que el lector averigue como ha llegado Corto a esa situación y para eso le van a rodear de varios de los personajes que aparecen en ese primer número, como son Rasputín y el Monje, personaje enigmático donde los haya.
El entorno del personaje.
Situando sus aventuras en el primer tercio del siglo XX, empezando en los mares del sur, Pratt construyó un personaje aventurero, vagabundo, que va y viene por todas partes del mundo y con un carácter cambiante, y es que todo evoluciona.
Buscador de tesoros y en ocasiones poniendose del lado de los más débiles, en esta especie de precuela, le vamos a ver en Australia, y es que puestos a pensar, es posible que Corto hubiese conocido ese continente.
Lo que se sabe hasta la fecha de Corto Maltés es que Rasputín y él ejercen de piratas para el Monje, el cual tiene su base en una isla del pacífico llamada La Escondida.
Al inicio de la historia les veremos en Tasmania, en donde Corto y Rasputín cumpliendo un encargo del Monje , irán a una prisión abandonada a liberar a un personaje llamado Calaboose.
Calaboose es hijo de un jefe tribal y alrededor suyo nos encontramos una historia de superstición, y es que se cree que trae mala suerte, es el heredero de la corona de su tribu y no todos van a ver con buenos ojos a este personaje.
A partir de aquí se desarrolla una historia en donde veremos elementos propios de las historias clásicas de Corto Maltés.
Viajes, el mar siempre presente, choque cultural entre potencias imperialistas que explotan los recursos naturales como la gutapercha y nativos que ven amenazado su modo de vida y entre medias personajes como el Monje o Rasputín que sacan partido a todo esto.
El monje.
En lo relativo al Monje, los autores van a profundizar en el personaje, dandole un origen bastante siniestro, y es que aportarán información nueva y diferente a la que nos proporciona en su día Pratt.
Esto habrá gente a la que le guste y gente a la que no, a mi personalmente me ha gustado.
Valoración final.
Cuando un personaje tiene mucho éxito, cuando se vincula sobre todo a un autor, y en este caso es inevitable, ya que Corto siempre fue dibujado por Hugo Pratt, tenemos varios puntos de vista.
El primero, en donde muchos aficionados quieren aventuras nuevas de ese personaje, pero que claro, el equipo creativo ya no sería el mismo.. y gente que prefiere dejarlo como está.
En el lado opuesto, una vez aparecen las nuevas aventuras, habrá diversidad de opiniones. Algunos compararán las historias nuevas con las originales y no les gustará y otros que probablemente hayan descubierto a este personaje recientemente si dirán que es de su gusto.
Para con todo, recientemente ha salido el nuevo álbum de Asterix, y sin ser de la calidad de los de Gosziny y Uderzo se deja leer y es entretenido.
Con Corto, bajo mi punto de vista, estamos ante una continuación de las aventuras del personaje de mucha calidad, en donde se dan varias circustancias que es dificil verlas.
Primero, que respeta la esencia del personaje, el guión está a la altura y se nota que han leído la obra de Pratt.
El dibujo es muy bueno, también podemos ver guiños, como alguna viñeta en donde aparecen barcos de época perfectamente documentados y fieles a los originales o la forma de ilustrar un sueño que tiene Calaboose.
Además,los autores aportan su toque personal, y es que para mi, enmarcar esta historia justo antes de la primera aventura, dando un matiz nuevo a los personajes y contestando a preguntas cuyas respuestas estaban en la imaginación de los lectores es todo un acierto.