El Buscón en las Indias
admin
22 mayo, 2020

Hoy vamos a traer a nuestra página El Buscón en las Indias, publicado por Norma Editorial. Este volumen, escrito por el francés Alain Ayroles y el granadino, Juanjo Guarnido es fruto del interés que, tal como se han encargado de decir los autores en distintas entrevistas, suscitó la obra de Quevedo, La vida del Buscón o Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos, en Juanjo Garnido, de la que se declara devoto lector y amante.
Por esta razón, nace esta obra con las ínfulas de ser una continuación, un complemento, de la novela de Quevedo, sino más bien surge como un sentido homenaje al personaje creado por uno de los máximos representantes del conceptismo.

La novela de Quevedo.

El Buscón es una novela enmarcada en el género de la novela picaresca y cuyos orígenes, propiamente dicho se encuentra, según los estudiosos, en el Guzmán de Alfarache (1.599 y 1.604), del sevillano Mateo Alemán, médico cirujano, escritor y redactor de las reglas de una de las Hermandades más antiguas de Sevilla: la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, también conocida popularmente como El Silencio, antes que en El Lazarillo de Tormes, que correspondería en cierta medida todavía al período del Renacimiento. El dúo formado por  Ayroles y Guarnido sitúan a D. Pablos en las Indias, precisamente el lugar hacia el que lo había encaminado Quevedo al final de la novela.

Allí, D. Pablos, atrapado por el Aguacil en algún lugar del Perú, da rienda suelta a su inventiva creando una historia de enredos y que llevará a engatusar a distintos personajes con la búsqueda de El Dorado, lugar donde el oro abundaba por todas partes. Engaño tras engaño, mentira tras mentira, Pablo urde un camino de fraudes que desembocarán en el sorpresivo final.

El Buscón en las Indias

El argumento del cómic.

En general, Ayroles y Guarnido son fieles a los esquemas de la novela picaresca, así, D. Pablos vuelve a ser sirviente de un cura piadoso y un caballero, socio de bandidos e incluso subordinado de El Tigre, un caudillo indio que pretende vengarse de los españoles, todo esto sazonado con un dibujo impresionante, precioso y preciosista de Guarnido – que bien dibuja este hombre -. Las láminas son impresionantes, llenas de detalles, lo que en ningún momento interrumpe la narrativa, en la que Guarnido se muestra como un verdadero maestro.  Los cameos se suceden por la historieta de manera que se crea un juego entre dibujante y lector por descubrir en qué personaje está basado cada personaje, valga la redundancia.

La historia tramada por Ayroles es ciertamente interesante, bien llevada, haciendo uso durante el camino de la analepsis. A veces, cae en lo políticamente correcto en su crítica a lo que fue la gran obra de España – o de las Españas -. Aunque su crítica sea débil y no de trazo grueso, no por ello deja de ser ideológica.


Valoración.

En esencia la narración está bien desarrollada, es fluida y la historia está bien construida. Su único pero se encuentra en la conclusión, en el gran trampantojo planteado por los autores y en el que, por así decirlo, se ven atrapados. Y es que queriendo homenajear a Pablos, el pícaro, traicionan la novela picaresca.
Si esta se caracteriza por el pesimismo y el determinismo – los pícaros nacen, viven y mueren siendo unos desgraciados -, El Buscón en las Indias remata apostatando del género, lo que no deja de ser paradójico: queriendo ser el homenaje de un pícaro, hasta el tema acaba siendo engañado, ¿o no?
En conclusión una historieta de gran calidad, con la que disfrutar, muy recomendable para estos tiempos de pandemia.

Marqués Valdegamas.