Los mitos celtas siempre han ejercido un atractivo por el aura de naturaleza y misterio que los envuelven. Las leyendas en torno a los druidas y la magia y folclore de las remotas islas britanas constituyen una fuente de innumerables historias que han sido representadas en libros, comics, series y novelas.
Los llamados ritos paganos y la cultura druídica desaparecieron con la invasión del Imperio Romano y posteriormente con la llegada del Cristianismo.
No obstante, los pueblos britanos hicieron lo imposible por resistirse al nuevo dogma y aún en la Alta Edad Media, algunas tribus seguían rindiendo culto a sus dioses y mantenían su cultura basada en seguir los sabios consejos de éstos ancianos venerables a los que se les suponía poderes superiores relacionados con la hechicería.
Stonehenge, de Eric Corbeyran y Ugo Pinson, publicada en Francia en la prestigiosa editorial Soleil, es una de las apuestas más interesantes que nos trae Ponent Mon en el segundo semestre de 2018.
Eric Corbeyran, natural de Marsella, trabaja en Burdeos desde 1987. Se dedica al mundo del comic desde 1990. Comenzó con publicaciones juveniles en la prestigiosa Dargaud, para dar el salto más adelante a producciones adultas dentro de la misma editorial. Entre sus series de mayor éxito se encuentran Le chant des Stryges, Le Mâitre de jeu, Weëna o los comics basados en la saga de videojuegos Assassin’s Creed.
Ugo Pinson, hijo de arquitecto, mostró desde muy joven entusiasmo por el arte, y practicó incansablemente el arte del dibujo hasta que ingresó en la escuela Pivaut en Nantes. Durante su formación, trabajó con Jean Claude Golvin, historiador e ilustrador especializado en la Antigüedad romana. En 2013 empieza a trabajar en Stonehenge junto a Corbeyran.
La historia nos traslada al siglo V, cuando el caudillo Vortigern tiene el objetivo de aunar a todos los pueblos britanos bajo su gobierno. Pero construir dicha alianza no es tarea sencilla, puesto que cada tribu mira por sus propios intereses culturales y territoriales, lo que da lugar a conflictos de intereses difíciles de dirimir.
El primer arco argumental se centra en Ninian, un joven monje que es acusado de herejía cuando el obispo de Germán de Auxerre visita su monasterio para comprobar que se cumple a rajatabla el dogma de la Iglesia Cristiana, y encuentran en su celda unos textos prohibidos de origen druídico. Ninian consigue escapar gracias a la ayuda del joven novicio Kadog. Por otro lado, el jefe britano Hengist busca el paradero de la Piedra de Fal, dejada en la Tierra por los dioses hace milenios. Es la clave para llegar hasta la espada de Nuada, el único arma con poder para reinar sobre toda Britania. Hengist contará en su búsqueda con la ayuda del obispo Germán.
En el segundo ciclo quien toma el protagonismo es Vortimer, hijo de Vortigern, que ve como su padre es embaucado por Hengist y German para ganarle territorio, y decide unirse a la búsqueda de la Piedra de Fal junto con otros jefes y Ninian.
Enlazando y entretejiendo diferentes líneas argumentales, Corbeyran traza un relato lleno de intriga política, lucha por el poder, aventura y un componente mitológico y mágico que mantiene el interés en la trama en todo momento.
El equilibrio entre fantasía y veracidad histórica es perfecto. Los autores demuestran haberse documentado profundamente sobre éste período y tenemos personajes totalmente reales, como el obispo Germán, y otros como Vortigern, que si bien su existencia no está certificada al cien por cien, si hay bastantes indicios de que pudo ser real. El aura de leyenda que envuelve a éste caudillo permite al guionista fantasear con los hechos sobre su vida, pero siempre cuidando de no romper la suspensión de la incredulidad.
En cuanto a los personajes, todos ellos están muy bien presentados y desarrollados, y aunque inevitablemente el protagonismo recae sobre algunos en concreto, Corbeyran consigue dotar al elenco de un sentido coral, donde todos tienen, en mayor o menor medida, su importancia.
En el apartado gráfico, hay que quitarse el sombrero ante el mágico talento de Pinson, que en un estilo pictórico de acuarelas te sumerge por completo en las brumosas islas britanas, con unas paronámicas y paisajes que te dejan clavado un rato en cada página. El vestuario y la ambientación son excelentes, otra prueba más de la gran labor de documentación. Los colores acres y verdes, en tonos grises y apagados dotan de la atmósfera perfecta a la historia.
Si te interesa el período de la Edad Oscura en Gran Bretaña y disfrutas con el folclore y el aura de misterio en torno a los pueblos celtas, éste es tu comic.
Ponent Mon ha publicado los 2 tomos que hay de momento en Francia a un precio de 18 € cada uno.