El Guerrero del Antifaz cumple años. Concretamente 75.
Y es que como quedase reflejado en el tercer Boletín de la Asociación de Amigos del Guerrero del Antifaz, en un artículo de Antonio Domingo Gómez Rodriguez, el primer número de esta colección se publicó un 24 de Octubre de 1944.

Eran otros tiempos y no se puede entender el éxito de esta colección sin entrar en las circustancias político y sociales de la época.

En un pais que se recuperaba de la Guerra Civil, tímidamente florecía una industria del tebeo con escasos medios y con autores autodidactas en su mayoría.

Este fue el caso de Manuel Gago, el cual crea al personaje del Guerrero del antifaz inspirándose en la novela de Rafael Pérez y Pérez, titulada “Los cien caballeros de Isabel la Católica”.

La premisa incial.

El primer número nos cuenta la historia de un joven que combate en el bando musulmán, y a la edad de 18 años, su madre, cristiana que ha sido hecha cautiva por el caudillo árabe Alí Kan ( la palabra caudillo luego desaparece, por cierto), confiesa al joven que en realida es hijo de un conde cristiano.

Esta fue raptada estando ya embarazada y Alí Kan, creyendo que el niño es hijo suyo, le educa como musulmán..y este combate a los cristianos, matando a muchos de ellos.

Alí Kan oye la conversación y mata a la madre del protagonista, este huye, dejando malherido al reyezuelo y decide cambiarse de bando, protegiendo su identidad con un antifaz, y es que muchos cristianos no van a olvidar que ha dado muerte a muchos de los suyos.

El leif motiv de la colección se basa en la recuperación de un estatus que le ha robado el destino, ya que intentará demostrar que es hijo del Conde de Roca.

La evolución de la colección.

A partir del tercer o cuarto número, la serie experimenta un salto de calidad enorme en el dibujo, y es que Gago se inspira en gente como Alex Raymond.
Aficionado a los clásicos americanos, hay múltiples semejanzas entre el traje del Guerrero y el que luce Flash Gordon en una de sus primeras aventuras.

La colección pasa de tener una tirada inicial de 3000 ejemplares a ponerse en 18.000 ejemplares en poco más de un año.

Repleta de personajes secundarios, todos ellos bien trabajados, estamos ante un punto de inflexión en el tebeo de aventuras y pronto los niños de la época se sentirían identificados con el escudero Fernando, sentirían aversión por el malvado Alí Kan y correrían todas las semanas al kiosco de la esquina para saber que había pasado con su héroe favorito, y es que las historias acababan todas en un suspense, en una viñeta en donde al protagonista de la serie le podía pasar algo muy grave, seguido de unas palabras mágicas.. “continuará”.

Mi experiencia personal.

Llevo desde los siete años leyendo tebeos, conocí las aventuras del Guerrero del Antifaz gracias a la reedición de color de Valenciana a principios de los 80 y mis padres me los compraban en el Rastro de Madrid en una época en donde los tebeos costaban 15 pesetas.

Recuerdo perfectamente el dia en que me compraron los 20 primeros números de la colección, faltaba nada más que el 3, y paralelamente, compraba también los de las Nuevas Aventuras, que al principio me gustaban más.

He disfrutado muchísimo las historias de Gago, no sólo el Guerrero del Antifaz ,también el Pequeño Luchador, el Espadachín, el Aguilucho o Piel de Lobo, y una vez pasadas ciertas emociones de la infancia, en donde eres como un ordenador en blanco y todo te impacta, con los años me he dedicado a coleccionar.

Lo que al principio era una afición luego se convierte en una obsesión sana, sana por que pasas de disfrutar las cosas desde el punto de vista lector a coleccionarlas, a relacionarte con otros coleccionistas y a aprender, y cuando ya sabes ciertas cosas, aprecias mejor lo que tienes.

La colección original.

Para completar la colección de color recuerdo que tuve que escribir una carta a la editorial, y me pegaron un buen palo por los ocho tebeos que me faltaban.
De las Nuevas Aventuras estuve buscando durante años un 111 que nunca encontraría, hasta que apareció el tomo de Los Amigos del Guerrero.

Entonces no había internet y no teniamos la información que hay ahora.

Un buen dia, tuve la oportunidad de hacerme con un lote de originales, del 128 al final, y nuevos.
No habia cierta información pero si sabía que algunos números del final eran muy dificiles de conseguir.

Hay todo tipo de explicaciones para esto, pero a una tirada que se iba reduciendo por un descenso de las ventas, se rumorea, que a saber si es verdad, que destruyeron parte de los tebeos para no devaluarlos, y que con algunos se les fue la mano.

Con uno concreto, el 665, titulado “Búsqueda difícil”, se dice que alguien se llevó todos los que había a su casa..no se, puede que si, puede que no, pero se de gente que ha estado buscándolo durante años y que han pagado auténticas barbaridades por él.

Completando la colección.

Una vez conseguido este lote, comprar los 127 primeros fue relativamente sencillo, reponerlos y conseguirlos de primera edición ya es más complicado.
Si encima te enteras de que de 0.75 los hay de dos versiones y quieres la primera, pues más todavia.
A día de hoy me faltan 10 para tenerlos todos de primera edición pero creo que puedo estar orgulloso de mi colección por que los tengo muy bien conservados.

¿ Conseguiré algún día los 10 números que me faltan del Guerrero del Antifaz ? Espero que si.

Contextualizando la historia.

El Guerrero, como cualquier tebeo antiguo, solo puede ser analizado en el contexto de su época.

No estamos ante un guerrero cristiano que mata moros sin parar, si, mata muchos, claro, estamos en la Reconquista, digamos que es su trabajo, luchar a favor de los Reyes Católicos, y va armado, es un soldado, no es políticamente correcto, pero no todo es blanco o negro.

A lo largo de la colección veremos que El Guerrero del Antifaz tiene amigos árabes y enemigos cristianos, y estos son los más peligrosos, y si no, os recomiendo leer las Nuevas Aventuras.

Se ha acusado falsamente al Guerrero del Antifaz de ser un tebeo franquista, de propagar valores del régimen, y nada más lejos de la realidad.

Es un estigma contra el que luchamos continuamente y que ha causado más de un dabate en redes sociales.Animo a quien no haya leído al serie a que se lea los 50 primeros números si quiere salir de dudas.

Altibajos y puntos álgidos.

Como toda serie larga, estamos hablando de 668 ejemplares, tiene momentos muy buenos y otros no tanto.

Los 60 / 70 primeros números de la colección original son los mejores, no solo del Guerrero, si no problablemente de todo el catálogo español de la época, con permiso del Pequeño Luchador, del que hablaremos otro dia.

Una historia dinámica, repleta de acción y de violencia, de personajes pasionales, de peligros, de muertes, algunas recensuradas en la colección de color, como la de la hermana de Fernando, a manos de Alí Kan, hacen que el lector se sienta atrapado por los personajes y por un entorno creado con gran maestria por Gago.

El Guerrero se va de viaje.

Posteriormente entraremos en una etapa en donde el Mediterráneo y sus piratas son los protagonistas.
Esta etapa se caracteríza por que va intercalando la historia principal con los acontecimientos que suceden en España con los personajes secundarios del principio.
En un momento dado varios de estos personajes van muriendo, dando un toque melodrámatico enorme a la serie.

Una tercera etapa podria ser a raíz de que un pirata llamado el Halcón Negro hace prisioneros al Guerrero, Fernando, Ana Maria, Sarita y Don Luis, y a partir de aquí las aventuras se desarrollan lejos de España, en el Norte de África.

Esta etapa sin ser la mejor en cuanto al dibujo, ya que Gago empezaba a estar saturado al compaginar muchas colecciones, si es de lo mejor en cuanto a guiones, y es que veremos el reencuentro con los hermanos Kir y llegará al cénit con la muerte de un personaje encantado, Aixa, a manos del malvado Alí Kan.

La enemistad con los Kir y su reacción ante una supuesta traición del Guerrero nos demuestra que los personajes son muy reales, no son acartonados, y están muy bien trabajados, estos evolucionan a lo largo de la serie en muchos sentidos.

Nuevos escenarios.

Pasada esta etapa, el Guerrero se movería por Europa central, y entramos en un momento en que hay muchos olvidos del guionista y situaciones incoherentes que nos cuentan de dos formas distintas, como Don Luis y Alí Kan abandonados en una barca en mitad del oceano, o personajes que se mueren y luego aparecen vivos y se vuelven a morir, como Najarino Aja.

Veremos árabes de gran nobleza, que recurren al Guerrero para comandar sus ejércitos contra la amenaza tártara, y si, la serie sigue evolucionando.

Gago no era partidario de que el Guerrero tuviera una residencia fija y se ve claramente su voluntad de hacerle vivir aventuras por todas partes, y en ese sentido tanto secundario empezaba a ser un estorbo.

Con el paso de los números, sobre el 300 o así, la colección empieza a decaer, y vemos un ligero repunte antes de la boda, en donde gracias a un testamento de un moribundo Capitán Rodolfo, otro que sufre una evolución importantísima, el Guerrero es reconocido Conde de Roca.

Con la boda, en el 362 de la colección, ponemos un inusual punto y aparte.

La segunda etapa.

Entre el 362 y el 363 han pasado varios años, y se nos cuenta que con el descubrimiento de América y la desaparición de la amenaza musulmana de la península, los castillos han perdido su importancia y ahora están desguarnecidos..
Esto es una excusa de Gago para justificar lo que viene a continuación.. si no lo sabeis, a leer toca, que paso de contarlo, jajajaja

En estos primeros números veremos la muerte de Zoraida, lo cual supone la ruptura total con los personajes del principio, y la destrucción de un castillo de Roca el cual sale tres o cuatro veces en toda la serie, insisto, a Gago esto le estorba.

En este inicio de la segunda etapa, hay una clara evolución del dibujo, con unos fondos mucho más cuidados y una estructura de viñetas que se sale de lo habitual, pero por desgracia, debido a la saturación de Gago, la serie decae y pasa a manos de otro dibujante, Matias Alonso.

Un Guerrero diferente.

Tanto en el aspecto gráfico como en el tono de las aventuras, estamos ante una historia que merece un capítulo aparte, no por ser mejor o peor, si no por ser totalmente distinta.

No es cuestión de comparar, a mi me parecen tebeos muy buenos, pero son otra cosa: escenarios exóticos, personajes delirantes, amenazas fantásticas y situaciones poco habituales en lo que había sido la serie, hacen que durante bastantes números veamos al “otro Guerrero”.

Gago volvería a la serie, para finalizarla, en unos números en donde la censura erradica la violencia de los tebeos y ante el éxito del Capitán Trueno, las ventas descienden y acaba finalizando.

Para esta última etapa se recupera al Conde de los Picos, y veremos al Guerrero actuar como agente al servicio de los Reyes Católicos.

En el número 668 finalizaria la colección, anunciando la boda de Don Luis con una guapa princesa kurda, Sigfrida, y es que tantos años de llevarse palos siendo el secundario, el que sufre en silencio y al que el Guerrero siempre tiene que salvar el cuello, el bueno de Don Luis tiene por fin una alegria.

Valoración final.

Después de haberme leido la serie unas 12 veces, siempre le descubro algo nuevo, y es muy bonito ver aparecer a los personajes a medida que vas leyendo, igual que es triste ver como se mueren.. la muerte de la Mujer Pirata o de Aixa fue una putada, pero para eso estaban los secundarios, para morirse ellos y que no les pasase nada grave a los verdaderamente importantes.

Además de leerla, luego está el aspecto del coleccionista, del que busca el objeto, y tengo que decir que hace ya casi un año que no consigo un ejemplar de los que me faltan,que son muy pocos, pero es que soy muy exigente..

Además de disfrutar de la serie, tengo que decir que he tenido la suerte de conocer a personas con las que comparto afición y gracias a ellos amplio mis conocimientos sobre el tema, ellos saben quienes son y se que apreciaran estas palabras.

Entre todos estamos consiguiendo hacer una gran labor de difusión del personaje y esperemos este aniversario no pase desapercibido.