Reseña Astérix y la hija de Vercingétorix
Juan Carlos Polo Blanco
9 noviembre, 2019

Las aventuras Asterix están de aniversario. Personaje nacido en en 1959 en la revista Pilote llevan ya 60 años acompañado a generaciones enteras y sacándoles sonrisas y diversión durante horas.

Desde la muerte de Goscinny en 1977 la serie ha ido bajando su nivel, cosa inevitable en toda serie de éxito.

Después de unos cuantos ejemplares realizados por Uderzo, en el año 2013 nos encontramos con un equipo creativo nuevo: Jean-Yves Ferry a los guiones y Didier Conrad a los dibujos.

La etapa post Uderzo ha constado de altibajos, puesto que es imposible replicar la magia de éstos genios.
Hemos tenido álbums buenos y otros no tanto. Siguiendo la tradición de Uderzo y Goscinny de alternar aventuras en la Galia con otras fuera de ella, después de la última aventura titulada Asterix en Italia, en esta ocasión nos llega una aventura desarrollada en la irreductible aldea gala que resiste ahora y siempre al invasor.

La hija de Vercingétorix

Los autores

Jean-Yves Ferri (Mostaganem, Argelia, 20 de abril de 1959) es un dibujante y guionista de historietas francés. En julio de 2011 fue elegido como guionista de la serie Astérix el Galo creada por René Goscinny y Albert Uderzo. Fue asesorado personalmente por Uderzo, al igual que Didier Conrad, quien posteriormente fue anunciado como nuevo dibujante. Su primer álbum de Astérix fue Astérix y los pictos, publicado en 2013.

Didier Conrad, llamado simplemente Conrad, (Marsella, 6 de mayo de 1959), es un dibujante de cómics y artista francés, muy popular en ese país, que ha alcanzado fama internacional tras ser elegido como el nuevo dibujante de la serie de historieta Astérix.

Nació en Marsella, en el seno de una familia de inmigrantes suizos. Se apasionó rápidamente por el noveno arte, y a los 14 años envió una plancha a la revista Le Journal de Spirou, que logró publicar en la sección “carta blanca” del número 1865.

Cinco años más tarde, Conrad comenzó con su primera serie, titulada “Jason”, en la que colaboró con Mythic, Thierry Martens, a la sazón, redactor jefe de la revista, quién le puso en contacto, dos años más tarde, con otro autor que vivía en Marsella, Yann.

Colaboraciones.

Los dos jóvenes artistas, aunque tenían diferentes personalidades, mantenían gustos comunes, lo que les llevó a trabajar juntos. Habiendo enviado proyectos a Ice Fluid que fueron rechazados,proponen su trabajo nuevamente al ‘Journal de Spirou’ y publican su primera historia en 1979. Sawfee: The Hangman Saga aparece en el número 2143 de Le Journal de Spirou. La línea de Conrad es nerviosa, cercana a la de Franquin. Los dos autores trabajan juntos en el dibujo y el guión.

Después de algunas historias cortas, el nuevo editor, Alain De Kuyssche, propone al dúo la animación del periódico, trabajo que ambos aceptan, pero que, dado su espíritu libre, desarrollan de una manera muy particular, desviándose del concepto tradicional de “animación”, introduciendo mordaces gags en los que se burlan de otros artistas que trabajan en la revista, con altas dosis de provocación.

Esto se realizó en una época convulsa de la revista, en la que los autores estrella de la misma, estaban ofreciendo historias mediocres que ocupaban gran parte de la revista, con lo que apenas había páginas para publicar a otros autores talentosos que estaban empezando. En sus historias, los dos autores clamaron contra la mediocridad imperante en la revista, lo que provoca malestar entre la plantilla, ya que usan secretos de la empresa para sus planchas. En un intento por calmar las cosas,Charles Dupuis decide nombrar a José Dutilleu, director de la idea.

Él estará a cargo, por así decirlo, de controlar las planchas del dúo. La joven pareja era muy apreciada, profesional y personalmente por Franquin, el artista estrella de la revista, lo que les volvió, en cierta forma, intocables. Tras su revolución, Yann y Conrad proponen una nueva serie regular para la revista.
En este momento, Buck Danny desaparece de las páginas de Spirou, y los dos jóvenes autores proponen un nuevo personaje que funciona en el mismo mundo, llamado Chuck Willis.

Thierry Mebarki es un dibujante y colorista francés , hermano del dibujante Frédéric Mébarki . Ambos trabajan en álbumes de Astérix .

La obra

Para este álbum vamos a tener un personaje nuevo: Adrenalina, la hija del caudillo galo Vercingétorix.
En muchas ocasiones hemos tenido referencias a las batallas de Gergovia y Alexia. En la primera, los galos salieron victoriosos, de la segunda nadie se acuerda.

Haciendo ejercicio de retrocontinuidad Jean-Ives Ferry nos devuelve a momentos antes en que Vercingétorix se rinda al César.
El caudillo galo resulta que tenía una hija, y es confiada a dos galos leales, los cuales la han tenido oculta durante este tiempo.

Asterix

La niña, poseedora de un collar característico que la identifica como heredera de Vercingétorix, es buscada durante años por César, en previsión de que pueda ser un símbolo para una revuelta del pueblo galo.

Astérix y Obélix tienen la obligación de proteger a la rebelde Adrenalina, la hija secreta del gran Vercingétorix, pues un espía al servicio de César quiere atraparla para llevarla a Roma y acabar así con un símbolo que puede exaltar la rebelión.

Pero la rebeldía de Adrenalina y la amistad que pronto hace con los jóvenes de la aldea no pondrán las cosas fáciles a nuestros galos.

Axterix

Nuevos personajes.

Además de Adrenalina, nos encontramos con una nueva generación de galos, y es que Ordenalfabetix y Eseautomátix han tenido descendencia.

En ésta historia los autores han querido reflejar el choque generacional entre jóvenes, que no quieren complicarse la vida y ven los asuntos de los adultos como algo aburrido y odioso, y los veteranos, que siempre buscan lo mejor para sus hijos pero no siempre les entienden .

En el caso de Adrenalina estamos ante una joven antisistema que no quiere sabe nada de la carga que ha recibido.
Segun palabras de los autores, con este personaje se busca revindicar la figura de la mujer.

Asterix

Conclusiones.

Estamos ante una historia entretenida, con nuevos personajes y que recurre a los gags típicos de toda la vida.
Después de varias historias, este nuevo equipo creativo le va cogiendo el pulso a Asterix y no deja de ser una buena noticia que los aficionados de toda la vida puedan seguir disfrutando de estas aventuras.

El dibujo recuerda bastante al de Goscinny y sin llegar a las cotas de calidad de los creadores originales, si podemos asegurar que es una continuación muy digna con visos a ir mejorando según vayan haciendo más álbumes.