Aprovechando el reciente lanzamiento de “El último baile”, tercer número de la edición española (y final) de la serie Ben Reilly La Araña Escarlata; echamos un vistazo a este título firmado por el incombustible e infravalorado guionista Peter David, junto a un abanico de artistas entre los que destacan Mark Bagley y Will Sliney.

Y es que, sin poder ser valorada como obra maestra, ni siquiera situarse entre las mejores creaciones del escritor y novelista estadounidense, las nuevas aventuras del clon más famoso de Peter Parker, sí que nos brindan una lectura fresca, divertida y amena; impregnada de las constantes obsesiones del autor; pero también de su buen hacer, de su solvencia y profundo conocimiento del medio.

En estos 25 números  reeditados por la línea 100% Marvel de Panini, el autor consigue resolver con solvencia el difícil reto de dotar de coherencia y personalidad a un personaje vacío emocionalmente y que hasta ahora sólo fue la carcasa de un noventero traje arácnido que moría y resucitaba al antojo del responsable de turno y de las opiniones del fandom.

BEN REILLY LA ARAÑA ESCARLATA

Aunque el retoño del Chacal es un viejo conocido desde que Gerry Conway escribió “La Saga del Clon” original,  allá por 1975; y aunque David es capaz de que aunque no hubieras sabido nada del bueno de Ben Reilly, pudieras seguir la lectura con  fruición; dos apuntes rápidos sobre el personaje: su momento de gloria llegaba a mediados de los noventa, gracias a un diseño muy propio de la época que causó verdadero impacto en los lectores en lápices como los del propio Mark Bagley o Tom Lyle. Tal era la anarquía argumental de esa etapa artificiosa e insulsa del cómic mainstream estadounidense, que una solución salomónica con otro resucitado para la ocasión, el Duende Verde, como nuevo verdugo y a la vez corrector de la continuidad arácnida, retrocedió al viejo status quo llevando (de nuevo) a la tumba al primer clon otros 20 años más.

Y allí seguiría, si no fuera por Dan Slott y otra ocurrencia, “La Conspiración del clon”; donde se corrompe al personaje, convirtiéndolo en el nuevo Chacal y mostrando claros síntomas de psicopatía y trastornos mentales, convirtiéndose en el villano de turno antes de una nueva “muerte”, pero sin cadáver.

Y es aquí, como le gusta a Peter David, con el personaje atormentado, sin un rumbo fijo, cuando empieza la aventura que nos ocupa.

LOS AUTORES: PETER DAVID (O CÓMO HACER HISTORIAS INTERESANTES A PESAR DE UN DIBUJO MEDIOCRE)

Así que Peter David como responsable (cuasi) total del retorno a la senda del héroe, retrato de una mente atormentada, dual, (¿os suena?); en una eterna búsqueda de la redención y del propio lugar en el mundo, aderezado por ocurrentes diálogos y humor negro, en escenarios cotidianos y, a veces, surrealistas.

Por mencionar algunos títulos claves de este genio que es Peter David, podemos destacar Peter Parker: The Spectacular Spiderman, Spiderman 2099, X-Factor, o su inolvidable The Incredible Hulk.

Respecto al arte, hubo dos dibujantes regulares en la serie terminada en diciembre de 2011 en Estados Unidos , Mark Bagley, los primeros números, relevado por Will Sliney, que hace el grueso de la serie, intercalándose con Rachelle Rosenber, André Lima y Bruno Oliveira, puntualmente. ¿Buen arte? Psé. Simple, cumplidor, al servicio del guión, frío,insípido, exento de personalidad… Muy ligero en definitiva. Pero, paradójicamente, acorde con el tono liviano y superficial de este cómic, una spider-comedia para adultos, en la que la pretensión es pasarlo bien y la fórmula, el gamberrismo y la incorrección moral.

EL REENCUENTRO DE LA ARAÑA CON SU SUDADERA CON CAPUCHA

Así que centrándonos en la serie que nos ocupa, tenemos el paso de un arácnido marvelita por una casa de espejos. Como en la antigua atracción de feria, algunos espejos dan un reflejo deformante, con una realidad vista desde otro prisma. En este caso, un Peter Parker esquizofrénico y paranoico, adorable vecino pero en las Vegas y con una tía May suplente, que ocupa el tiempo en tragaperras en lugar de labores domesticas. Un camino redentor de villano a héroe con apariciones estelares de viejos camaradas o enemigos de la mitología arácnida, como Kaine o los Slingers.

Apariciones estelares como Muerte, la eterna pareja de Thanos, que flirtea a veces con personajes más humildes como Masacre… Y que también demuestra interés por este antihéroe desfigurado y desequilibrado moral y psicológicamente. Peso para secundarios, en este caso Kaine, en la disputa por el nombre y legado de la Araña Escarlata.

Como cualquier veterano lector notará, en la pluma de Peter David se encuentran lugares comunes ya explorados (y explotados) en aportaciones anteriores de sus series, con personajes recurrentes y esa eterna encrucijada entre el bien y el mal, el debate de si el fin justifica los medios.

Además y como apuntábamos, por fin un individuo sin pasado como el clon original  empieza a mirar al futuro, a plantearse su destino y significado en el gran plan del universo Marvel.

CLON-CLUSIÓN. FAMILIA NUMEROSA EN LA RED.

Cuando hablamos de Ben Reilly La Araña Escarlata, nos encontramos con una lectura entretenida a secas, pero no despreciable. Al menos aprovecha los despojos de un desafortunado y despreciado Ben Reilly para dignificar (en parte) su lugar en el esquema arácnido. Al tratar mediante la comedia la acción, tampoco arriesga  una lectura más profunda. Divertimento demasiado liviano para pasar a la historia pero si para mantener viva la esperanza de nuevas revisiones de aquel Spiderman noventero que tocó el cielo una vez… Y sufrió mil tormentos.

Francisco Fernández Amador.