Hoy vamos a reseñar ¡Cage! la particular visión de este personaje clásico de Marvel del autor Genndy Tartakovsky.
Muchas historias con equipos creativos de ensueño se han quedado en el tintero y, por razones muy variadas nunca vieron la luz.
Nunca veremos materializadas obras como el Spiderman de Paul Smith y Barry Windsor-Smith, donde Peter Parker se enamoraba de la mujer de un mafioso, o un cómic de Thor guionizado por Jim Shooter y dibujado por el espectacular Bill Sienkiewicz.
Algo similar ocurrió con el tomo aquí reseñado, en este caso la diferencia radicaba en que esta miniserie sí pudimos disfrutarla.
Fue en 2007 cuando se anunció este proyecto tan llamativo donde Genndy Tartakovsky, el legendario animador que creó series míticas como El laboratorio de Dexter, Samurai Jack, Las Supernenas o Star Wars: Las Guerras Clon, aportaría su peculiar visión de Power Man, también conocido como Luke Cage.
La apretada agenda del artista ruso no le permitió terminar el tebeo, al menos a corto plazo, hasta que, durante la promoción de la película Hotel Transilvania 2,decidió finalizar esta breve serie compuesta de cuatro números. El resultado de aquella obra ideada hace más de diez años se conoció, finalmente, como ¡Cage!, publicada en nuestro país hace dos años en un tomo de tapa dura.
Argumento
La historia nos sitúa de forma inicial en la Nueva York de los setenta. Luke Cage esta buscando a Misty Knight, ya que al parecer ella y los principales héroes de la ciudad han desaparecido.
En el trascurso de su minuciosa investigación, Cage se enfrentará a los arrollabancos, un grupo de atracadores peculiares que llevan a cabo sus actividades delictivas en patines y con atuendos muy llamativos. Pero lo peor está por llegar para nuestro héroe de alquiler, tras le pelea contra los delincuentes, Power Man será secuestrado y enviado a la Isla Sin Retorno, allí será drogado y, posteriormente, obligado a participar en un torneo de artes marciales organizado por el Profesor Soos.
El campeonato no solo pondrá a prueba al protagonista de esta historia sino también a otros héroes, que se enfrentarán, uno a uno, contra criaturas surrealistas.
En general, el argumento de esta miniserie es realmente sencillo y se convierte en una excusa para poner a Cage en situaciones diferentes, en las que primen combates, persecuciones espectaculares y humor delirante. Todo ello representado a través del sorprendente arte de Tartakovsky, principal atractivo de esta obra.
Guion y apartado artístico
Como hemos dicho, esta obra ofrece un guion sencillo en el que, como no podía ser de otra manera, Luke Cage recoge toda la atención. La miniserie tiene clara sus pretensiones y no profundiza especialmente en la figura del protagonista, al que veremos destrozando enemigos sin parar, dejando de lado la visión ofrecida del personaje en el Universo Marvel actual. Tartakovsky realiza un singular homenaje a la llamada black exploitation y a los orígenes de Cage, representado visualmente con su apariencia más clásica y, también, otorgándole una personalidad que recuerda a sus primeros cómics.
Numerosos héroes de la Casa de las Ideas desfilan por las páginas de este tebeo, pero sus apariciones son meramente anecdóticas y no aportan relevancia a la trama, aun así, el estilo del animador ruso hace que personajes como Puño de Hierro o el Motorista Fantasma se vean espectaculares.
Es indudable que el principal aliciente para comprar esta obra es su arte. El dibujo de Tartakovsky es sobresaliente, llevando a cabo un estilo cartooncon exageraciones anatómicas y perspectivas muy forzadas que componen un apartado visual superpotente. Además, elabora ejercicios narrativos muy originales que aportan un dinamismo brutal a las viñetas llenas de acción y violencia. Las tintas de Stephen DeStefano, con un trazo grueso, otorgan aun más fuerza al trazo del animador ruso, mientras que el color del propio Tartakovsky, Bill Wray y Scott Wills destaca por una paleta de colores vivos, proporcionando páginas con un aspecto pop muy marcado.
Edición
Panini publica esta miniserie en tapa dura y a un precio de 15 euros, incluyendo todas las portadas, un artículo introductorio, que sirve para conocer todo el proceso editorial hasta la creación de esta obra, y una entrevista a Tartakovsky sobre el cómic. Es especialmente discutible la decisión de publicar esta obra, de unas 100 páginas, en cartoné, algo que sin duda ha elevado su precio.
Conclusiones
¡Cage! se consolida como una de esas obras que, a pesar de su gran calidad, han pasado desapercibidas. Un cómic muy peculiar, sobre todo, por su principal creador, con un dibujo que deja sin palabras. El animador ruso demuestra su potencial para realizar tebeos y, ojalá, podamos ver más obras suyas en el futuro. Los amantes de este autor están de enhorabuena, con este tomo tienen una compra obligada.