Por primera vez, la obra de Auraleón es recopilada en un libro CAOS DE ISLA DE NABUMBU, y hemos querido hacerlo con la unica que realizó como autor completo. Quizas la que mejor podia representarle.
Javier Alcazar
Así termina el resumen que Javier Alcázar, alma y corazón de Isla de Nabumbu, escribió para la contraportada de Caos, obra de la que vamos a hablar hoy. Y poco mas se podría añadir para convencer a un lector iniciado en autores y revistas españolas de los 70 pero para los paganos (entre los que me incluyo) detallaremos el quién, qué y como de los sujetos que protagonizan este tomo.
Él
Rafael Aura León nació en Barcelona en 1936, pero Auraleón no afloró hasta 1959 cuando conoció a Josep Toutain. Unánimemente reconocido como artista autodidacta, su carrera la centró en los lápices salvo en una ocasión a principios de los 80 y que origina este proyecto recopilatorio.
Mercado británico a través de la agencia Selecciones Ilustradas donde alternaba bélico, romance, suspense o del Oeste. A principio de los 70, cuando S.I. se introdujo en el mercado norteamericano, Auraleón como no podía ser de otra forma debido a su estilo sombrío, empezó a dibujar historietas de terror en la revista Warren. Plasmó historias de Doug Moench o Bruce Jones entre otros, y entre sus influencias y evolución podemos vislumbrar a Breccia o Battaglia, a Toppi o Béa… o incluso a Moebius y Bilal, convirtiéndose en uno de los autores mas prolíficos de esta editorial norteamericana.
Padre
Desde que se conocieron en 1959, Auraleón y Toutain iniciaron una relación paralela que les llevo desde los trabajos de agencia para producciones británicas; pasando por norteamericanas o de producción propia bajo la editorial Toutain, que surgiría tras el cierre de S.I.; hasta el principio de los 80 con proyectos propios. Y es que el editor de este tomo, deja bien claro que Auraleón nunca se planteó abandonar a su padrino y esto solo ocurrió cuando Aura León dejo el mundo del dibujo. Rafael falleció en 1993. Auraleón, el día que dejo de dibujar.
Idilio
Y es que la reivindicación que Javier Alcázar quiere hacer del artista queda plasmada en las 7 paginas que le dedica a modo de prólogo donde detalla la vida artística y obra del autor.
Caos fue el primero de los 2 títulos que Isla de Nabumbu dedicó al dibujante español Auraleón, y que vio la luz en noviembre de 2018. El siguiente, Viaje al Infierno, sería editado en junio del 2019 y nuestro protagonista compartiría viaje con el autor Carlos Echevarria, guionista que le acompañaría en sus historietas tras estas 15 recopiladas aquí.
Un tomo de 95 pags, con sonoras tapas duras, en una edición con el suficiente tamaño para poder disfrutar de las paginas que Auraleón y en el que se recopilan las 15 historias que se publicaron entre marzo de 1982 y diciembre de 1983 en la mítica revista 1984 (salvo Alicia que fue publicada en Comix Internacional dentro de este periodo).
Tornillos
CAOS es, aparte de un gran recopilatorio de historietas siguiendo la estela de lo que hace Creepy con sus grandes autores, un mecano que ha tenido que unirse con material ya impreso. En palabras también de Javier, “De su obra realizada en España no hay ni rastro”. Un meticuloso trabajo de restauración basado en aplicar a cada pagina lo que necesitaba para lucir bien. “A veces para cada viñeta”.
Y como portada, un original inédito que convierte a este tomo en un ejemplar único, aún para los que conserven los números de la revista 1984.
Etapa
Etapa es la única historia de Caos que no es SyFy en su propuesta, sino Fantasía. Y quizá por eso sea la menos pesimista de todas (exceptuando Tornillos por razones obvias).
Y es que Auraleón, nos compone un paisaje y paisanaje oscuro y triste, pesimista y desolador en muchas de sus conclusiones, que de no ser por el magistral dibujo que poseía, sería de difícil de digerir. Fabulas de Esopo de otra época… de una muy concreta en verdad donde el ambiente social (a nivel mundial) se plasmaba en cuentos de ciencia ficción.
Como todo recopilatorio que reúne historias cortas que se editaron en números consecutivos, una lectura sin pausa puede resultar desasosegante, pero tal y como experimentaban con la absenta en el azúcar, el resultado puede ser alucinante. Clarividente.
¿Qué?
Pues que me ha gustado. Y mucho. El arte de Auraleón esta olvidado, abandonado por los aficionados al cómic. Y es la labor de editoriales como Isla de Nabumbu, las que remueven un poco, algo, lo que buenamente pueden con sus limitados medios, la historia del cómic nacional y nos muestran, nos ponen en bandeja de plata, la obra de un autor que habría que situarle en el Olimpo de esos dioses que pisaron la tierra por donde transitamos los mortales.
Porque eso es lo que es este tomo e Isla de Nabumbu: una bandeja de plata. “En las mejores condiciones posibles y con las mayores facilidades.
Y PUNTO!
Jagoba Arza