Hoy vamos a hablar de una colección antigua, Castor, publicada en 1962 por la editorial Maga.
Dibujada por Manuel Gago, el dibujante más prolífico del tebeo de aventuras de posguerra, Castor está ambientada en algo que podríamos llamar la Prehistoria, pero que tiene unas grandes dosis de fantasía.
Gago y la Edad de Piedra.
Conocidas por todos son las obras de Purk, el Hombre de Piedra y Piel de Lobo, esta algo más moderna que Castor.
Estamos ante un tema que en su momento es totalmente innovador .El autor hace gala de una imaginación desbordante, y es que no estamos ante una serie cuyo objeto sea el rigor histórico.
La fantasía el algo predominante en este tipo de obras. Son numerosos todo tipo de fauna extraña y sobre todo los distintos tipos de seres que pueblan este mundo. Centauros, hombres rinocerontes, hombres alados, hombres pez, en fin, todo tipo de criaturas fantásticas que en su día seguro que hacían pasar muy buenos ratos a los niños de la época.
De este tipo
de series, Castor es quizás la menos conocida. fue publicada en el año
1962 por la editorial Maga y presenta la particularidad del formato, bastante
más pequeño de lo habitual, apenas 5×6,5 y con una distribución de viñetas un
tanto original, se puede ver muy bien en la foto.
Castor. El protagonista
La serie responde a ciertos esquemas que se repiten en la obra de Gago.
Un protagonista joven, Castor Y es que a partir de los años 60, en muchas series de aventuras, el arquetipo del protagonista es muy distinto a lo que veíamos en series de los años 50.
Los protagonistas solían ser de aspecto juvenil con el fin de que los compradores de la serie se identificasen con ellos.
Piel de Lobo, El Aguilucho, El Terremoto Marino o Jim Alegrías son ejemplos de este tipo de series que empezaban a ser habituales.
Además, alejándonos del tono melodrámatico de las series como El Guerrero del Antifaz o el Pequeño Luchador, el humor se empezaba a dejar ver en los guiones.
Bajo mi punto de vista, este tipo de series eran menos atractivas que las de la década anterior.
El argumento.
La historia comienza con un conflicto “amoroso”. Un miembro de la tribu pretende a la hermana de Castor y es expulsado de esta. El personaje en un acto de despecho recurre a una tribu vecina y estos les roban el fuego y matan al padre de Castor.
A partir de ahí se producen una serie de aventuras trepidantes, sin pausa, en donde el tema de fondo parece ser el control del fuego. Muy poca gente sabe encender un fuego y se dedican a conservarlo, y la búsqueda de este a Castor a tener aventuras fuera de su tribu.
Al final de la serie dos de los logros de Castor son hacerse amigo de un perro y de un caballo, siendo el primer hombre en conseguirlo.
La fantasía en Gago.
En la colección vemos distintas tribus cada una con sus peculiaridades, desde hombres anfibios que viven debajo del mar que utilizan colas de sirena para nadar, a una primitiva de civilización que vive en algo que se parecen a castillos, pasando por amazonas y tuaregs. Gago en estado puro.
Es evidente que no estamos ante una prehistoria académica, con exactitudes históricas en cuanto a fauna y a la coexistencia de seres humanos y animales prehistóricos.
Tampoco vamos a ver un periódo prehistórico definido, ni podemos ser exactos en cuanto a los avances o inventos del ser humano que vemos en la historía.
El objetivo de la serie es otro y hay una total libertad a la hora de hacer el argumento, si que el autor tenga que ceñirse a ningún tipo de restricción en ese sentido.
La censura.
Partiendo de la base de que la serie aparenta tener un tono juvenil y que por otro lado es normal que haya ciertas dosis de violencia, la cual ya por aquella época intentaban paliar desde la censura, si vemos varios detalles que se escapan a esta.
Vemos actos de canibalismo, los cuales no son objeto de atención por parte del organismo censor del momento.
Por otro lado, os dejo está imagen y cada cual que juzgue lo que crea oportuno. Esta página tiene ciertas lecturas, un pequeño adelanto de lo que veríamos en los años 80 en las Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz.
La sensualidad de los personajes femeninos, las miradas, las frases con doble sentido…
Valoración.
Sin ser una de las obras más exitosas de Manuel Gago, si es una de las más
curiosas. En parte por el desconocimiento que se tiene a día de hoy y por otro
lado por lo atractivo de esa mezcla de prehistoria y fantasía que vemos en este
tipo de series.
Es una colección de las que no fue reeditada en la última etapa de Valenciana,
a diferencia del caso de Piel de Lobo y no es nada fácil conseguirla completa y
en buen estado.
Con esta reseña abrimos una tanda de artículos encaminados a rescatar
series antiguas, las cuales deben de ser vistas y apreciadas desde la
perspectiva de su época, teniendo en cuenta el contexto de censura en el que se
hicieron y cuyo objeto fue el de prestar un entretenimiento a la gente muy
necesario y beneficioso en la España de posguerra.