Cazador de brujas. Al Servicio de los ángeles.
Javi Parker
30 enero, 2019

Tanto en Hellboy como en sus series secundarias nos vamos a encontrar con la misma premisa: un grupo de investigadores paranormales resolviendo misterios en las partes más oscuras del mundo.
Es el caso de este tomo: Cazador de Brujas. Al servicio de los ángeles.
Mike Mignola lleva casi dos décadas construyendo una mitología alrededor de Hellboy. El núcleo de su mundo está ambientado en los tiempos modernos, pero varias series se remontan al pasado para ayudar a los lectores a contextualizar mejor el presente. Esta es una de esas series. El cómic que hoy reseñamos es un cómic victoriano, no contemporáneo de Hellboy, pero ambientado en su universo.

Argumento.

Un grupo de exploradores regresa a Londres después de una expedición a Egipto donde descubrieron, entre otras cosas, algunos huesos que pertenecen a una criatura que no pueden identificar. Poco después de regresar a casa, comienzan a morir ​​uno a uno de forma misteriosa. ¿Quién está detrás de estas muertes? Sir Edward Grey es un investigador que, a pesar de ser un agente de la reina, no tiene ningún problema en meterse en los bajos fondos de Londres para resolver cualquier caso. Aquí se va a enfrentar con la Hermandad Heliópica de Ra, que ya la encontramos en el cómic de Hellboy “El experimento del Doctor Crap”. 

Como complemento del tomo nos encontramos con dos historias cortas: una en la que vemos a Edwar Grey protegiendo a la reina Victoria de unas brujas y la otra protagonizada por Henry Hood, uno de los personajes secundarios de este tomo.

Autores.

Estamos ante una serie de detectives con la marca de Mignola pero que se puede leer perfectamente sin haber leído antes Hellboy o AIDP. En el dibujo tenemos a Ben Stenbeck, un artista muy competente, pero que no llega al nivel que estamos acostumbrados con Guy Davis. Lo que consigue muy bien es la ambientación del Londres victoriano. Mignola reconoce que se cansó de dibujar el Londres del siglo XIX a raíz de su adaptación del Drácula de Stoker. Gran parte de la fuerza visual que nos encontramos aquí se debe a Dave Stewart, el colorista de la mayor parte de los trabajos de Mignola. El ambiente oscuro y la atmósfera están muy logrados.

 Conclusión.

Estamos ante una muy buena historia de detectives de terror y ocultismo en la tradición del extraño caso de Jekyll y Mr Hyde de Stevenson o el Drácula de Stoker, del que el autor reconoce muchas influencias. No es una historia profunda, pero tampoco lo pretende. Es un cómic entretenido, bien construido y bien ejecutado. Si te gusta el universo que ha creado Mignola, lo vas a disfrutar mucho.