El Doomsday al cual nos referimos en esta reseña no es el tarugo aquel que se cascó con Superman durante horas, sino a cierto cómic que sacó a la venta hace ya un tiempo Yermo Ediciones. Sin lugar a dudas, lo primero que llama la atención de él es que viene avalado por el bueno de John Byrne, lo cual es para mí ya suficiente reclamo, aunque muchos digan que ya no es ni mucho menos ni la sombra de lo que era.

Argumento

La historia de Doomsday arranca en una Estación Espacial Internacional, en órbita alrededor de la Tierra, donde siete aventureros contemplan cómo una monstruosa ráfaga solar prácticamente aniquila la vida en la Tierra. Su única oportunidad es volver a casa y enfrentarse a lo que les espere allí. De esta forma, Byrne nos presentará un aterrador futuro postapocalíptico, la construcción de una nueva sociedad y de un nuevo orden mundial en el que la crueldad, la violencia y la necesidad son las principales monedas de cambio.

Ya lo decía Robert Frost: “¡El mundo acabará, dicen, presa del fuego; otros afirman que vencerá el hielo!”. Pues sí, en esta historia parece que ha sido el fuego el que ha acabado con casi la totalidad de la vida del planeta con una especie de “fogonazo” que deja todo prácticamente hecho cenizas. Por cierto, a modo de curiosidad diremos que todo esta historia del fin del mundo acontece durante el mandato de una mujer como presidente de los EEUU, lo cual seguramente dará pie a muchos a tachar a Byrne como de machirulo y ese tipo de cosas rebuscadas a las que la gente con demasiado tiempo libre son dados a quejarse, encandalizarse y a poner el grito en el cielo.

Sobre la obra

Y centrándonos ya en el cómic, lo primero que hay que comentar al respecto es que en sus compases iniciales se nos hará una pequeña presentación de ese grupo de protagonistas, con quienes nos iremos familiarizando para posteriormente acompañarles en sus vicisitudes dentro un mundo totalmente desolado. Sin embargo, a este respecto he de decir que, para mi humilde gusto, la historia avanza demasiado deprisa, pues en los cuatro números que engloba este tomo transcurren la friolera de casi 300 días desde que tuvo lugar el Juicio Final. Y para rellenar esos enormes lapsos en el tiempo que van de un número a otro, Byrne recurre al recurso del flashback, gracias al cual nos explica (un poco a modo de resumen) las andanzas que han tenido que ir superando hasta llegar a la situación en la que se encuentran al inicio de cada número.

A pesar de todo, creo que es una historia apocalíptica bastante amena, en la que está patente el concepto de que cuando todo se va al garete y lo único que cuenta es la supervivencia solamente puedes confiar en la gente que tienes cerca. Eso sí, se nota que aquí ese estudio que nos hace el autor sobre lo malvado de la naturaleza humana en momentos extremos lo narra de una manera un tanto light, sin recrearse en la crudeza ni ensañarse en lo peor de la condición humana (de forma que da que pensar que su intención es que esta historia sea apta para todos los públicos).

El dibujo

Sobre el aspecto gráfico de la obra qué se puede comentar a estas alturas sobre el sempiterno estilo de Byrne, un autor que ha demostrado en mil y una ocasiones que domina la narrativa gráfica a la perfección y un trazo que seguirá haciendo las delicias de todos aquellos que son fans acérrimos de este autor.

Conclusión

En definitiva, Doomsday es un cómic recomendable para todos aquellos que sean dados a las historias de destrucción, caos y supervivencia, pero insisto una vez más en el hecho de que lo hace sin recrearse en las barrabasadas que suelen traer implícitas este tipo de argumentos. No creo que en futuros números nos encontremos a un Gobernador o a un Negan de The Walking Dead, pero aún con todo a mí personalmente este tomo me ha tenido entretenido hasta el final de su lectura. Así que a la espera quedamos de si algún día se deciden a publicar el siguiente, pues personalmente le deja a uno con ganas de ver qué más penurias les depara a nuestros protagonistas este mundo apocalíptico.