En este mundo del cómic las palabras comercial y calidad no suelen ir de la mano, y a veces te encuentras con pequeñas joyas que bajo mi punto de vista, ( los gustos son siempre subjetivos ) siendo muy buenas, por algún motivo que se me escapa no han llegado al gran público, o no al menos de la forma que deberían haberlo hecho.

Este es el caso del cómic del que vamos a hablar hoy: El Coleccionista, de Sergio Toppi, editado por Ninth Ediciones y que he podido comprar a precio de oferta, ya que ha salido un saldo de esta editorial.

Coleccionar es una afición sana y divertida, siempre y cuando no se convierta en un exceso y haga que te gastes lo que no tienes y te prives de otras cosas. Todo tipo de objetos suelen ser susceptibles de ser coleccionados, siendo los más frecuentes sellos, monedas, billetes, tebeos antiguos, modernos, etc, pero en el caso del protagonista de este cómic es algo diferente.

Para el protagonista de nuestra historia, el coleccionismo se convierte en un desafio, y es que busca objetos raros, detrás de los cuales hay una historia, y para conseguirlos va a tener que luchar por ellos, poner en riesgo su vida y desafiar a quien haga falta.

Estamos ante un cómic que contiene cinco historias, cada una de las cuales es una aventura completa, en donde vamos a ver los peligros que corre el protagonista para conseguir una serie de objetos concretos: Una pipa india, una lágrima solidificada,un obelisco, un cetro de madera mágico y un collar, y todo esto te da poder, mucho poder. El problema es que hay más gente que quiere los objetos y no va a ser fácil conseguirlos.

La primera historia sirve a modo de presentación del personaje. Nos situamos en el final del último tercio del siglo XIX, en donde vamos a asistir a una lucha de civilizaciones, y que mejor sitio para empezar que el oeste americano.
Gracias a la figura de un periodista que ha ido a recabar información de este personaje, conoceremos algunas cosas de él, pero pocas. No sabemos su nombre, ni su origen, sólo sus motivaciones. Persigue objetos raros, con algún interés especial para él, pero no pretender exhibirlos,solo poseerlos y darles uso si fuese necesario.
Para conseguirlos va a hacer lo que sea, y deja entrever que posee negocios por todo el mundo y medios suficientes para conseguir su objetivo.

Cuando hablamos de medios, no solo hablamos de dinero, si no de astucia, inteligencia, todo tipo de trucos, amplios conocimientos de la gente de su época e incluso cierto dominio de la magia.
El coleccionista es un personaje impasible, tranquilo, calculador e inteligente, que tiene mucha seguridad en si mismo, y que para conseguir el objeto deseado lo mismo puede recurrir a la fuerza que a la astucia, según requiera la ocasión.

A lo largo del cómic vamos a ver distintas localizaciones: el oeste americano, el desierto de África, las estepas de Asia, el desierto de Australia y el Tibet.
En todos estos casos El Coleccionista va a demostrar una gran empatía con los nativos de la zona, los cuales empiezan a notar el avance de la civilización.

En cuanto a la narrativa,hay que resaltar dos cosas. La primera, que el cómic carece de cuadros de texto explicativos, ya que el dibujo de Toppi se encarga de eso, y de haber algún texto es en forma de globo, y la segunda, que las historias presentan el recurso de la elípsis narrativa, y es que en muchas ocasiones veremos al Coleccionista en situaciones de peligro y no nos van a explicar como sale de ellas, llegando el caso de que de una página a otra pueden pasar años.

En definitiva, una obra que a mi me ha sorprendido, ya que no la conocía. Ligera de leer y con un dibujo sensacional.