Reseña El invierno del comisario Ricciardi
Jose Ramon Alvarez Garcia
26 noviembre, 2018

El pasado mes de Agosto saltaba la noticia de que la editorial Panini había llegado a un acuerdo con el grupo Bonelli para publicar sus novelas gráficas en español.
Bonelli que es toda una potencia en Italia, ha tenido una presencia un tanto irregular en el mercado español, por decirlo suavemente, y es que si echas la vista atrás, editoriales como Buru Lan, con títulos como Tex o Zagor nos quedan ya muy lejos, otras como ediciones Zinco también continuaron con estas mismas colecciones y recientemente, Aleta, ha realizado una labor encomiable con títulos como Dylan Dog, Martin Mystere, Nathan Never, Dampyr o Tex.


Bajo mi punto de vista, hablamos de series de indudable calidad pero que quizás por desconocimiento de los lectores o por que estamos ante un mercado muy saturado, tienen dificil cabida en el mercado.

Ahora tenemos a Panini publicando títulos de Bonelli, y ya empezamos a ver qué nos traen: Dragonero: Orígenes, Primavera del 68 y el que vamos a reseñar a continuación: El invierno del comisario Ricciardi.

Para contextualizar un poco, estamos hablando de un personaje procedente de la literatura, creado por el escritor Maruizio de Giovanni, y estas novelas gráficas, supervisadas por el mismo, van a adaptar cuatro novelas, una por cada estación del año.

Esta primera se titula : El invierno del comisario Ricciardi: El sentido del dolor, y sirve de presentación del personaje, y que está guionizada por Claudio Falco y dibujada por Daniele Bligiardo.

La acción se sitúa en la Italia de finales de los años 20, con Mussolini en el poder, estamos ante una época muy convulsa, en donde la desigualdad social se palpa en un ambiente bastante tenso.
Tenemos a un protagonista que es un detective con la particularidad de que tiene un don: El Hecho, y es que Ricciardi puede ver a las personas fallecidas de muerte violenta y leer sus últimos pensamientos. Todo esto marcará el carácter del protagonista, ya que es continuamente asaltado por imágenes desagradables y violentas, creándole un gran pesar y haciendo que mantenga las distancias con los vivos.
Digamos que estamos ante alguien de trato dificil.

Acompañado por el Sargento Maione, el comisario Ricciardi tendrá que investigar la muerte de un cantante de ópera llamado Arnaldo Vezzi, que además es amigo personal de Benito Mussolini, con lo que Ricciardi va a tener presiones desde las más altas instancias para resolver el caso.

 

En el apartado gráfico, hay que destacar varias cosas:
Unas composiciones de página bastante originales, con distribuciones de viñetas muy buenas en algunos casos, una narrativa gráfica muy potente, y es que los cuadros de texto sobran por completo, ya que la expresividad de los personajes hace que no sean necesarias las palabras y un dibujo bitono, con blanco, negro y azul, que evocan a las películas antiguas.

Resumiendo: Algo nuevo, muy entretenido, original y que habrá que estar atento al siguiente número.