Reseña La Flota Fantasma
Juan Pedro Tocino Castro.
6 julio, 2021

Hoy reseñamos La Flota Fantasma, una obra publicada por Norma Editorial que recoge los ocho números de esta serie original de Dark Horse realizada en 2014 por dos autores, en ese momento primerizos, pero muy reconocidos en la actualidad, Donny Cates y Daniel Warren Johnson. Ambos artistas se unían para desarrollar un thriller con toques sobrenaturales y aire ochentero que, aunque no se encuentra hoy en día entre sus títulos más destacados, sigue estando a la altura de sus tebeos posteriores.

Publicación de la obra

En una entrevista que se recoge al final de este volumen, Cates nos cuenta que en un principio esta colección se compondría de doce números, pero las ventas no acompañaron y finalmente quedó recortada. La serie siguió adelante y, además, incorporó a Warren Johnson, dibujante por entonces desconocido, que llegaba para sustituir al anterior artista, el cual dejaba el proyecto antes de que comenzara. Así se fraguó esta colaboración de la que nació una historia que demuestra la compenetración de dos autores con gustos muy parecidos.

Argumento

Dicha aventura girará en torno a La Flota Fantasma, una empresa de mensajería muy especial que solo transporta mercancías secretas y valiosas, cuyos orígenes se remontan al siglo XIX y nunca falla en sus entregas.  A partir de aquí, el guionista de God Country pondrá el foco en Ward y Trace Morales, dos camioneros pertenecientes a esta misteriosa organización que, tras descubrir el contenido de la carga que escoltaban, se verán envueltos en una conspiración más grande de lo previsto y que llegará a poner en peligro al propio planeta Tierra.

La historia avanzará unos cuantos años, cuando Trace, tras ser traicionado, vuelve buscando venganza asesinando a todos los que cree responsable de su desgracia. En la trama también se verá envuelta una secta llamada La Silueta, formada por algunos de los hombres más poderosos de los Estados Unidos, que será el principal cliente de La Flota Fantasma.

Sobre la obra

Cates demuestra una vez más con este cómic su capacidad para desarrollar guiones sólidos a partir de premisas alocadas y desenfrenadas. Ya lo hemos visto en otras de sus obras o creaciones como Veneno o el Motorista Fantasma Cósmico, consiguiendo, a diferencia de muchos otros autores, realizar tebeos de gran calidad utilizando conceptos que en otras obras quedaron totalmente vacíos. Una habilidad que, curiosamente, también podemos apreciar en los títulos que Warren Johnson ha escrito y dibujado en solitario. Asimismo, el primer capítulo de este relato es una muestra excelente de cómo escribir historietas, presentando en una sola página el origen de La Flota Fantasma,  sentando las bases de lo que está por venir en páginas siguientes y terminando con un cliffhanger espectacular en el que se nos anuncia de antemano cómo acabará esta aventura.

Guion

Directamente nos veremos sumergidos en un thriller frenético que no nos dará un minuto de respiro y en el que Cates hace un homenaje a los films de serie B y los relatos pulp, donde se aprecian influencias claras de directores como John Carpenter. Abunda, así, acción a raudales, violencia desenfrenada, giros argumentales y elementos sobrenaturales, dando lugar a un cómic en el que se combina la realidad de nuestro mundo con la fantasía más gamberra, muy en la onda de obras como Rumble o Murder Falcon.

Asimismo, el aspecto más negativo de este trabajo es su final acelerado, debido principalmente a los cambios inesperados que se produjeron durante la salida de esta serie por sus bajas ventas. El equipo creativo tuvo que amoldarse a estas circunstancias y cerraron esta aventura lo mejor que pudieron, haciendo que en los números finales los eventos se sucedan aceleradamente, impidiendo, además, desarrollar mejor ciertos personajes y cerrar de manera más adecuada la trama central.

La Flota Fantasma

Apartado artístico

Desde el punto de vista gráfico, Warren Johnson, aunque todavía no había llegado al nivel de sus colecciones actuales, ya demuestra una calidad excelente. El dibujante de Extremity utiliza aquí su característico trazo sucio, el empleo de líneas cinéticas, con el que transmite una sensación de movimientos pocas veces visto en el noveno arte, y onomatopeyas, aprovechando como pocos los recursos que ofrece el cómic.

Edición

Por su parte, la edición de Norma es bastante completa, incluyendo una entrevista donde el equipo creativo nos cuenta la historia tras la publicación de la serie, cómo Cates ideó la trama y Warren Johnson llegó al proyecto. Todo ello, unido a algunos bocetos del artista que siempre resultan interesantes.

Conclusiones

En definitiva, estamos ante una obra muy entretenida, en la que prima la acción y la violencia más descarada, sin pretensiones ni excesiva profundidad que nos hará pasar un buen rato. Un cómic autoconclusivo muy cinematográfico y con tintes clásicos que no podrán perderse los fans de Cates y Warren Johnson, permitiéndonos conocer los primeros pasos de dos de los autores más destacados del panorama actual.