Reseña La palabra del Mudo
Juan Carlos Polo Blanco
5 enero, 2019

Hoy vamos a hablar de La Palabra del Mudo, cómic publicado por Harriet Ediciones.

Desde los hermanos Lumiére hasta el gran negocio que es en la actualidad, el cine es una de las llamadas artes, concretamente el séptimo arte y el cine, como todo, ha tenido sus diferentes fases a lo largo de su historia.

Una de las épocas más gloriosas de la gran pantalla fue la época sin sonido, donde primaba la acción y el movimiento, intercalando entre escena y escena pequeñas líneas de diálogo o de argumento.

Las grandes aventuras de Douglas Fairbanks, las comedias de Chaplin, el Gordo y el Flaco, Buster Keaton o Harold Lloyd, hacían que cientos de espectadores abarrotaran las salas del celuloide.

Muchas de éstas películas son consideradas en la actualidad grandes clásicos y obras maestras.

La obra de la que hoy hablo, La palabra del mudo, nos transporta a ése período del cine, en los años 20 del siglo XX, a través de Celéstin, hijo de un notario que sueña con ser director de cine. La obra la firman Laurent Galandon (guión) , Fréderic Blier (dibujo) y Sébastien Bouët (color).

Laurent Galandon es un guionista francés que ha trabajado sobre todo para el sello Bamboo desde que en 2006 se publicó la serie L’Envolée sauvage, concluida en 2016. El autor ha seguido trabajando con enorme intensidad durante esa década, aportando obras como: Gémélos , L’Enfant maudit, Quand souffle le vent, Shahidas, Tahya El-Djazaïr, Le Cahier à fleurs, La Fille de Paname (traducida por Ponent Mont al castellano en 2016), Les Innocents coupables, La Vénus du Dahomey, La Lignée, Pour un peu de bonheur, Lip des héros ordinaires, Vivre à en mourir, L’Avocat (2015), Le Contrepied de Foé (2016) o La Parole du muet.

Fréderic Biel, diseñador diplomado, sigue las lecciones de dibujos animados de Christian Lax en la escuela Emile Cohl en Lyon. De esta reunión viene Amarga Patria (norma), que se publica en dos volúmenes en la colección “Aire libre” publicada por Dupuis1,2. En 2013, con Damien Marie en el guión, dibuja el cuarto volumen de la serie La Lignée publicada en la colección “Grand Angle” de las ediciones de bambú. En la misma colección, luego dibuja una historia en dos volúmenes: La palabra del mudo con el guionista Laurent Galandon.

En colaboración con el historiador Jean-Yves Le Naour, actualmente trabaja en un álbum dedicado al General Leclerc.

Sébastien Bouët es una artista autodidacta especializado en color. Ha trabajado en unos cuarenta álbumes. Le encanta experimentar e investigar nuevas formas de plasmar su arte. Suele usar una innovadora técnica que mezcla pintura y pirografía.

Hablando ya de la obra, como apuntaba antes, la historia nos presenta a Célestin, un entrañable joven apasionado por el cine desde que visitó por primera vez la sala del pregonero Anatole, que se acaba convirtiendo en su amigo.

La palabra del mudo

Un día Célestin decide marcharse de casa y viajar hasta París para cumplir su sueño de convertirse en director , y recurre a Anatole, aunque éste le aconseja que no lo intente porque no tiene ninguna oportunidad. Célestin no se deja desanimar y pide trabajo en diferentes rodajes hasta que por fin en uno consigue un puesto de ayudante de escenografía.

Célestin descubre que Anatole mantiene su cine gracias a sesiones eróticas con imágenes de una bella joven que se desnuda. Célestin queda cautivado por ella ya que ve una potencial actriz en la muchacha, pero no sabe donde encontrarla, hasta que un día la ve en el cine de su amigo.

A partir de aquí Célestin hará lo que haga falta para cumplir su sueño de rodar una película y tener a ésta misteriosa chica sordo muda como protagonista.

Un precioso homenaje a la era muda del cine y al mismo tiempo un magnífico retrato del siglo XX parisino, donde las sesiones clandestinas eran lo que más dinero daba a los cines pero también donde más riesgo se corría si entraba la policía.

Célestin es un chico grandullón y orondo pero de gran corazón y con grandes sueños, enseguida sientes simpatía y cariño por el personaje.

La historia también tiene su dosis de misterio y suspense en torno a la chica sordo muda y Anatole, lo que te lleva a devorarte el tomo hasta el final gracias a una trama llena de interés y muy amena.

El apartado gráfico es muy destacable, en un estilo de línea clara pero algo caricasturesco, muy acertado puesto que lo identificas muy bien con los referentes con los  que pretende identificarse, como Laurel y Hardy o Chaplin.

Por otro lado, hay viñetas realmente deliciosas en cuanto a detalles, sobre todo en exteriores con las calles parisinas. El color está muy bien aplicado también, en tonos predominantemente marrones y ocres que completan la atmósfera de siglo pasado.

La Palabra del Mudo se completa con un interesante dossier sobre los hermanos Lumiére.

Una edición muy cuidada de Harriet Ediciones a un precio de 25 €

Si eres un amante del cine no lo dejes escapar.