La plaga de los cómics es un libro escrito por David Hajdu y publicado por Pop Ediciones en el cual nos hacen un retrato socio cultural de los Estados Unidos, especialmente en el periódo que va desde el final de la II Guerra Mundial hasta mediados de los años 50 pero que también nos pone en antecedentes de cómo nace y se desarrolla la industria del cómic en ese país.
A través de entrevistas, visitas a museos, bibliotecas y una extensa labor de documentación, David Hajdu nos va a transportar al corazón de los Estados Unidos, a un momento delicado en el que el sentimiento anticomunista hacía ver fantasmas por todas partes y en donde cientos de dibujantes y guionistas de cómics perdieron sus trabajos debido a una errónea vinculación entre la lectura de cómics y el aumento de la delincuencia juvenil.
Estructura del libro.
La Plaga de los Cómics , estructurado en 16 capítulos, nos va a contar desde el origen de los cómics, en el siglo XIX con la aparición de la serie Yellow Kid, hasta la aparición del número 1 de la serie The Fantastic Four, de Marvel.
En este libro podremos ver cómo y cuales eran las primeras publicaciones de cómics, en que circustancias trabajaban los editores y los autores, así como los primeros pasos en la industria de autores como Will Eisner, el cual desde un primer momento está convencido de que el cómic puede llegar también al publico adulto.
El contexto.
Por otro lado, el retrato de la sociedad americana, ya que en una época en donde todavía no existían librerias especializadas y mucho menos internet, los cómics se encontraban en kioscos, heladerías o ferreterias, con lo que conseguir ciertos ejemplares, sobre todo en zonas rurales era complicado.
La vinculación entre la lectura de cómics y la violencia juvenil es algo que viene de lejos, aunque durante la II Guerra Mundial la hostilidad contra la industria del cómic por parte de los colegios, instituciones eclesiásticas o de algunos políticos se amortigua un poco.
Es de sobra conocido el uso propagandístico que se dió a los cómics durante la contienda.
Una vez pasada la guerra, el ambiente de la Guerra Fria se hace notar y el sentimiento anticomunista afecta también al mundo del cómic, llegando al momento álgido con la aparición del psicólogo Frederic Wertham su famoso ensayo titulado La seducción del inocente.
La consecuencia de estos ataques la veremos en la aparición del Comics Code, la caída de la editorial EC.
Editorial especializada en cómics de terror y de suspense, sus títulos acaban desapareciendo y en definitiva, autores que o bien dejan de dibujar o se pone a hacer comics bien vistos por la sociedad.
Es espeluznante como nos cuentan las quemas de cómics en colegios, como lavan el cerebro a niños e incluso adultos que luego posteriormente reconocen que lo que hacían estaba mal visto y lo cierto es que faltó poco para acabar con los comics.
Conclusión.
La conclusión a la que nos lleva todo esto es que cuando se repite una mentira muchas veces, está acaba aceptándose como verdad, entre que hay gente manipuladora y hay mucha gente ignorante, lo que en un primer momento puede ser una estupidez sin fundamento alguno, acaba siendo un dogma de fe.
Y es que Wertham en ningún momento demuestra científicamente nada de lo que dice, se apoya en casos aislados.
No presenta pruebas que avalen la tesis de que los niños que leen comics son mas violentos que lo que no los leen.
El caso es que cuando algo se vuelve prohíbido se hace más atráctivo, y a día de hoy podemos dar gracias a que con los años los cómics fuesen aceptados como un fenómeno cultural mas.
Leyendo La Plaga de los Cómics encuentras muchas anécdotas de autores de sobra conocidos, como Will Eisner, Jak Kirby, Al Fedstein, Bill Gaines, Stan Lee o las circustancias en las que aparecen publicaciones como Yellow Kid, Crimes Does Not Pay, Superman, Batman, Wonder Woman, la revista Mad y otras muchas que sería aburrido citarlas.
En resumidas cuentas, un libro estupendo, ideal para entender como era la vida los Estados Unidos después de la II Guerra Mundial y reflexionar sobre los iluminados, como el Frederic Wertham y como pueden influir en gente ignorante.
Si queréis tener pesadillas, imaginad que hubiesen tenido redes sociales e internet, las consecuencias habrían sido catastróficas.