Sin duda alguna, Marvels. El ojo de la cámara es una obra cuya reedición estaban esperando muchos fans de la editorial, así que nosotros, como grandes seguidores de la Casa de las Ideas, no podíamos menos que dedicarle unas palabras con esta reseña.

Muchos la disfrutaron ya en su día cuando fue publicada por Panini en formato grapa. Esta nueva edición nos llega en formato cartoné de 152 páginas al precio de 20€, el cual incluye los seis números que componían esta serie.

Consideraciones previas

Cualquier persona metida mínimamente en esto del noveno arte habrá oído hablar de la obra Marvels.
Para todo aquel que no lo conozca, comentaremos que es una magistral serie limitada publicada allá en el año 1994, la cual venía avalada por esa magnífica dupla formada por Kurt Busiek y Alex Ross.

Se trataba de una serie que en cuatro números nos venía a contar el origen del universo Marvel y la llegada de los metahumanos a la vida diaria de las personas.

Todo ello mostrado desde el punto de vista de Phil Sheldon, un joven reportero y fotógrafo que, desde principios de la década de los 40 hasta su jubilación en los años 70, atestigua cómo su mundo cambia para siempre ante la aparición de los superhéroes, referidos por Phil como “Prodigios”.

Y es que a lo largo de toda la narrativa de la obra se hacía hincapié en el hecho de cómo las personas se sentían tanto asombradas como intimidadas por estos seres con habilidades sobrenaturales, en momentos ya míticos representados por la aparición de los primeros héroes, la llegada de Galactus, la aparición de los mutantes o la muerte de Gwen Stacy.

Argumento

El argumento de este tomo titulado Marvels. El ojo de la cámara nos trae de vuelta al fotógrafo Phil Sheldon, junto con la perspectiva del hombre de la calle de cuanto ocurre en el Universo Marvel: desde la reinvención de Los Vengadores al renacimiento de La Patrulla-X; desde Drácula al Hombre Lobo y otra serie de grandes acontecimientos más…

Sobre la obra

Como es de suponer, esa primera parte de Marvels fue tan sumamente buena que era de esperar que en algún momento tuviera una secuela.

De esta forma, en Marvels. El ojo de la cámara volveremos a ponernos en el pellejo de Phil Sheldon, el fotógrafo que a lo largo de los años ha ido registrando con su cámara los momentos más importantes protagonizados por “los prodigios”, plasmando con su trabajo las reacciones de las personas normales ante algunos de los hechos más importantes acontecidos en el universo Marvel.

Por tanto, esta secuela nos traslada básicamente al momento en donde se quedó la primera parte, donde vemos a un Sheldon cansado de ese “nuevo mundo” de seres extraordinarios que ya no parece guardar sorpresas ni emociones para él.

Pero pronto empiezan a surgir nuevos prodigios y a suceder nuevas historias que no podrá evitar contar y que serán las que encontremos en Marvels. El ojo de la cámara.

¿Qué nuevas historias y personajes nos dará a conocer el bueno de Phil con su sempiterna cámara?.
Pues hechos míticos y archiconocidos que gustarán a los más frikis del universo Marvel, los cuales componen una historia que aunque no es tan buena ni tan sorprendente como la obra que lanzó al estrellato a la dupleta Busiek/Ross, es lectura obligada si te gustó primera parte.

Y es que su originalidad radica nuevamente en que aunque se trate de un cómic de superhéroes, estos no son ni mucho menos los protagonistas, sino que la grandeza de esta obra reside en el hecho de que nuevamente transmite esa idea de que si vivieras en un mundo con este tipo de seres, seguramente tus reacciones serían como las de las personas normales que plasma Sheldon a través de su objetivo

Los autores

En el guion tendremos a uno de esos autores solventes y de garantías como es Kurt Busiek, quien en su prolífica obra destacan series para editoriales variopintas tales como Arrowsmith, Los Vengadores, Iron Man, Thunderbolts, Las historias jamás contadas de Spiderman o Astro City.

Mención especial a su serie de Conan para la editorial Dark Horse del año 2003, la cual está muy de moda últimamente por la recopilación que está haciendo Planeta Cómic.

En cuanto al dibujo recae en las manos de Jay Anacleto, quien trata de mantener ese estilo visual tan realista de la serie anterior con viñetas muy detalladas, pero a las que se les puede achacar en algunos momentos el problema de que pecan de cierto hieratismo y falta de expresividad.

Conclusión

En definitiva, si en su día te impactó Marvels no puedes perderte esta secuela titulada Marvels. El ojo de la cámara.

Bien es cierto que no llega al nivel de cómic magistral de su antecesor, pero aún así es una de esas lecturas en las que cuando llegas a su última página te reconforta pensar en que has invertido tu dinero en algo con lo que has disfrutado.