El motivo por el cual hoy vamos a reseñar este MAX Furia: Pacificador es porque últimamente se viene hablando mucho sobre que uno de los próximos títulos que podrían ver la luz dentro del formato Marvel Saga podría ser el Furia MAX de Garth Ennis.
Por esa razón (y para ir abriendo boca si esto se cumple) vamos a dedicar unas palabras a este tomo que fue publicado hace un tiempo por Panini en formato 100% Marvel.
Se trataba de una rústica con solapas de 144 páginas al precio de 12,95€, en aquellos tiempos en los que comprar un cómic de ciertas editoriales no era un atraco a mano armada.
Argumento
El argumento de MAX Furia: Pacificador viene a ser precisamente un episodio de la vida del bueno de Nick Furia participando en la guerra más salvaje que ha conocido la humanidad y donde empezaba ya a despuntar maneras de tipo duro con un par de narices.
Aquí no vamos a encontrar ni a su inseparable colega Dum Dum Dugan, ni a los malotes de Hydra, ni al Capi, ni superhéroes, ni el Helitransporte de Shield, ni coches voladores, ni armas futuristas, ni Comandos Aulladores ni la madre que los parió.
Se trata simple y llanamente de un argumento que bien podría valer para un film sobre ese antes mencionado conflicto bélico, con la particularidad de que está protagonizado por el bueno de Furia.
Consideraciones previas
La principal razón por la que me hice con este tomo es por los tres nombres que aparecen en la portada: Garth Ennis, Darick Robertson y Jimmy Palmiotti.
Sí, lo reconozco, soy un tío loco de esos que si se declara fan acérrimo de un guionista se compra cualquier cosa en la que éste meta mano.
Y es que, personalmente, me declaro gran seguidor de todo lo que guioniza Ennis (y más si está ambientado en la 2ª Guerra Mundial).
Sobre la obra
Bien es cierto que MAX Furia: Pacificador toca un manido cliché de ese tipo de cine, que no es otro que el de un grupo de soldados a los que se les encomienda la misión de asesinar a un reputado mariscal de campo alemán (Stephen Barkhorn), lo cual puede acelerar el final de la guerra.
De esta forma, se infiltran en las líneas enemigas para asaltar la mansión donde está su objetivo (según los informes de inteligencia).
A partir de ahí el cómic entra en unos derroteros que hará las delicias de los amantes del género bélico con nuestros protagonistas siendo descubiertos y viéndose acorralados en ese lugar por medio ejército alemán.
Sin duda alguna, lo más interesante del cómic es cierta duda que se les plantea a nuestros héroes con respecto a uno de los alemanes que han tomado como prisioneros en esa mansión (duda que no desvelaré para no quitar la sorpresa a nadie), pero que realmente a lo largo de toda la lectura siembra inquietud en el lector sobre cómo actuarán nuestros protagonistas ante cierto dilema que se les presenta.
Además el cómic está cargado de referencias históricas y menciones a batallas famosas, lo cual creo que gustará a todos los aficionados al género bélico.
Ni que decir tiene que siendo un cómic de Garth Ennis, desde el inicio del mismo se nos mostrará la crudeza de la guerra (como este guionista irlandés solo sabe hacerlo).
Hará hincapié en las mentiras que hay detrás de cada conflicto, sobre todo las que se dicen a los soldados para darles seguridad a la hora de entrar en combate, pero que a la larga no son más que carne de cañón a los que se les manda a morir sin miramientos a cualquier recóndito lugar del planeta.
Los autores
Y es que os podemos contar a estas alturas sobre Garth Ennis que no sepáis ya, chavales?. Solamente hace falta leer cosillas como Crossed, The Boys o Predicador para ser consciente de que este hombre se pirra por los argumentos irreverentes y crudos hasta el ojete.
Elementos como la extrema violencia, el humor negro, el abuso de las palabras malsonantes son sus señas de identidad, aunque en esta obra está un tanto comedido en lo que se refiere a todo ello.
En cuanto al dibujo corre a cargo de Darick Robertson, quien con su estilo feísta y grotesco, pero muy detallista, viene de perlas para plasmar las barrabasadas salidas de la mente de Ennis.
Conclusión
En definitiva, MAX Furia: Pacificador es un buen cómic bélico que narra un episodio aislado de la vida de este personaje de Marvel, en el que descubriremos cómo le dejan el ojo a la virulé y se “gana” ese famoso parche que lleva.
A pesar de que al igual que yo no seas muy devoto de Nick, me permito el lujo de recomendar este cómic a cualquier aficionado al cine bélico que se precie, porque esta historia es de las que divierten y entretienen, con un grupo de valientes con los cojones bien puestos que no se achantan ante nada.