Origin 1, de Boichi
Andres Casas Soto
27 octubre, 2018

Sería allá por mediados de Septiembre que saltó la noticia de que Panini Comics sería la encargada de publicar en nuestro país la más reciente obra del mangaka Boichi, titulada «ORIGIN». Una obra solicitada por el público español desde hace un tiempo y que se estaba ya editando en algunos otros países occidentales con un cierto nivel de aceptación, como en el caso de nuestra vecina Francia. Ha transcurrido un mes y medio desde aquel entonces, y ya podemos disfrutar en España del primer tomo recopilatorio de la colección en nuestras librerías habituales.

Para quienes todavía no conozcan a la figura de Boichi, lo mejor será comenzar con una breve introducción sobre quien es este autor. Boichi es el nombre artístico bajo el que se encuentra la persona de Mujik Park, un autor de procedencia surcoreana de 45 años de edad, que en la actualidad reside en Japón y participa, con un reconocimiento creciente, en la industria del manga de dicho país. Origin es la cuarta obra que llega a España en la que Boichi tiene un papel creativo. Primero sería Milky Way, entre 2015 y 2016, la encargada de traernos dos obras de este autor: «Hotel» (una recopilación de historias cortas) y «Wallman» (serie en tres tomos). Ya en 2018, Ivrea anunció la publicación de «Dr. Stone», serie de la Weekly Shonen Jump dibujada por Boichi (a diferencia del resto de obras publicadas, en esa ocasión Boichi se encarga únicamente del aspecto artístico, siendo Riichiro Inagaki el responsable de historia y guiones). Ahora, con la publicación de Origin, es la editorial Panini la que se suma a la apuesta, al parecer creciente, por traer a nuestras tierras la obra de este artista. Esto hace que muchos fans puedan albergar la esperanza de que, en caso de que Origin funcione bien comercialmente hablando, ya sea Panini u otra editorial pueda atreverse a publicar «Sun Ken Rock», la más popular y larga obra del autor hasta la fecha y que sin embargo permanece inédita dentro de nuestras fronteras.

Centrándonos ya en la obra que nos ocupa, es preciso señalar que Origin es un manga de demografía seinen (es decir, en principio orientada a un público compuesto mayoritariamente por lectores varones de edad adulta, conforme a los criterios propios del mercado japonés) y con una temática propia de las historias de acción con un elevado componente de ciencia ficción. Comenzó a serializarse en el año 2016 en la revista Young Magazine, de la editorial Kodansha, y concretamente tuvo su estreno en el número 40 de la citada revista en dicho año. Hago un breve inciso, y es que resulta muy de agradecer que Panini ofrezca dicha información en el tomo, cosa que no se estila demasiado en el resto de editoriales, lo que es una verdadera lástima.

El manga nos sitúa en la ciudad de Tokyo, en un hipotético futuro correspondiente al año 2048. Por ese entonces, la tecnología y las infraestructuras han alcanzado tales cotas de desarrollo que los conocidos como «Los Ferrocarriles Euroasiáticos» conectan la totalidad del hemisferio norte. En dicho contexto, Tokyo se ha convertido en la gran megalópolis del planeta Tierra, y en sus calles la tecnología pero también la criminalidad han alcanzado una dimensión de tal magnitud que no se había visto hasta el momento. Una atmósfera que resulta bastante similar a la de las obras del género ciberpunk.

Pero no solamente en términos de infraestructuras y transporte ha alcanzado la tecnología unos altos niveles de desarrollo. También en lo relativo a la robótica se han producido increíbles avances en este futuro imaginado. En dicho campo, destaca la presencia de un limitado número de androides cuyo aspecto exterior resulta completamente indistinguible del de un ser humano para la inmensa mayoría de los observadores. Androides con una inteligencia e identidad propia e individualizada que conviven y se ocultan entre los humanos, en muchos casos dedicándose a asesinarlos. Así es como conoceremos al protagonista de esta historia, que a su vez da nombre a la colección: Origin. Él es uno de estos androides de aspecto humano. Pero, a diferencia de sus «hermanos», ha optado por enfrentarse a los demás androides y tomar partido por el bando de la humanidad, debido a unos acontecimientos que nos serán explicados más adelante en la historia.

El único tomo publicado aquí hasta la fecha puede resultar, tal vez, demasiado escaso para analizar la dimensión y profundidad de la trama. Por el momento, lo que sí puedo decir es que se trata de un primer tomo con un desarrollo bastante ágil y dinámico, con un importante acento en los momentos de acción y peleas; con un desarrollo de personajes centrado fundamentalmente en su protagonista pero con algún secundario de interés; y con una importante dosis de fanservice bastante evidente, en el que predominan los personajes masculinos musculados y las mujeres sensuales y algo hipersexualizadas.

No obstante, también apunta hacia elementos argumentales de mayor calado como son la relación entre la inteligencia artificial y su creador; la relación entre la humanidad y la tecnología; o el desarrollo de emociones humanas por parte de entidades inteligentes pero no sintientes. El grado de profundidad e importancia que estos y otros elementos puedan tener en la trama está aún por demostrarse, pero ahí se encuentran presentes, y por el momento son lo suficientemente atractivos como para haber captado mi atención e interés.

Sin embargo, si existe un elemento que suele resaltarse de la actividad creativa de Boichi, es su impresionante estilo artístico. Boichi es un mangaka que otorga una dedicación especial al detalle, el realismo (pese a que también domina la exageración caricaturesca, cuando es preciso) y la espectacularidad visual. Destacan especialmente en su arte las escenas de acción, en donde predomina la violencia explícita, el dinamismo en los movimientos y una narrativa que, en mi opinión, alcanza en Origin un punto álgido probablemente superior al de sus trabajos anteriores. Rostros muy detallados, un acting muy conseguido o una utilización de las líneas cinéticas espectacular (a la vez que lo suficientemente contenida para no perjudicar la comprensión de los acontecimientos) son algunas de las características más destacables del arte en este manga. También sorprende, y da un efecto visual muy interesante, la puntual utilización de acuarelas en combinación con la tinta en algunas viñetas concretas, estoy pensando en lo referente a algunos primeros planos del protagonista vistiendo trajeado.

Centrando nuestra atención en lo que es propiamente la edición que nos llega de Panini, tenemos que destacar que se trata de un tomo de 200 páginas en formato B6, y con un coste de 7,95 euros. Se trata, por lo tanto, de un producto y un precio muy competitivo con relación a los estándares del mercado del manga en España actualmente. Para los interesados en este tipo de cuestiones, comentar también que la traducción corre a cargo de Marc Bernabé, figura de sobra conocida en lo relativo a la traducción de los productos manga a la lengua española. Además, cabe destacar que la edición de Panini cuenta con 4 páginas a color al inicio del volumen. También, del mismo modo, al final del tomo se incluyen otras 4 páginas con extras que incluyen bocetos de vehículos, armas y tecnología aparecidos en la obra, así como unas explicaciones sobre dichas tecnologías y su contexto en el marco de la historia que nos propone el autor. Unos extras bastante interesantes que permiten profundizar en el llamado «world-building» de la obra pero que, al no estar incluidos en lo que es el desarrollo de la historia, permiten que no se rompa el ritmo y fluidez de la trama con explicaciones que puedan resultar innecesarias. Un detalle bastante interesante que se incluye en el pliegue de la parte trasera de la sobrecubierta es un texto bastante extenso (de más de 30 líneas) en el cual Boichi explica cual fue la génesis de esta obra, el elemento vertebrador de la misma, y la vinculación que Origin guarda con alguna otra de sus obras, incluida la propia Sun Ken Rock (quizás podemos empezar a hablar, al menos en cierta forma, de una suerte de «Boichi-verse»).

Debo reconocer que, en lo personal, yo no estaba demasiado convencido con relación a este producto cuando fue anunciado por parte de Panini. Mi experiencia con otros mangas previos de este autor no había sido todo lo satisfactoria que debiera si tenemos en cuenta el entusiasmo bastante generalizado que despiertan sus trabajos en buena parte del fandom otaku español. Sin embargo, mientras leía el tomo mis reticencias iniciales iban poco a poco perdiendo fuerza, y al final he terminado por encontrarme con un producto que se ha ganado tanto mi atención como mi interés, con lo que estoy esperando que llegue el mes de Diciembre para poder continuar leyendo el avance de esta historia. Una obra que permanece todavía abierta en su país de origen, con una serialización en curso y que cuenta, hasta la fecha en que escribo estas líneas, con siete volúmenes publicados en Japón, y que Panini nos irá editando aquí con una cadencia, en principio, bimestral. Si todavía no le habéis echado un vistazo, os recomiendo darle una oportunidad porque yo al menos he quedado gratamente sorprendido.