Reseña. Liga de la Justicia 1.
Andres Casas Soto
18 noviembre, 2018

Una vez más, estoy de vuelta en esta web para hablaros de otro comic. Se trata de «Liga de la Justicia», la nueva colección del grupo de superhéroes más importante y conocido de la editorial norteamericana DC Comics. Aprovechando el reciente relanzamiento de la colección, la nueva etapa cuenta con guiones de Scott Snyder y con un dibujo de Jim Cheung en el primer número, al que a continuación sustituirá el dibujante español Jorge Jiménez. La editorial ECC ha comenzado a editar esta colección en nuestro país, y es un momento perfecto para valorar lo que ha sido la primera entrega de la colección en el mercado español.

La primera entrega, único número publicado aquí en las fechas en que este artículo ve la luz, es una grapa de 48 páginas que incluye los números 1 y 2 de la colección original norteamericana. Es preciso señalar que la presente colección arranca tras los acontecimientos que tuvieron lugar en la miniserie «Sin Justicia», colección de cuatro números que nos trajo ECC el mes pasado.

Justice League 1

Página interior de Jim Cheung

Nos encontramos ante lo que podríamos llamar una formación bastante «estándar» para lo que viene siendo la Liga de la Justicia. En esta serie, entre los miembros se encuentran Superman, Batman, Wonder Woman, Flash (Barry Allen), Aquaman, Detective Marciano, un Green Lantern (John Stewart) y Hawkgirl. El estatus de estos personajes, así como de los antagonistas de la historia (que no revelaremos por los posibles spoilers), es el que ha tenido lugar como consecuencia de los acontecimientos surgidos tanto del evento «Noches Oscuras Metal» como de la miniserie ya citada de Sin Justicia.

En su momento, tanto el evento Metal como la miniserie de Sin Justicia, me resultaron obras bastante poco atractivas y que respondían más a necesidades y designios editoriales que al hecho de existir buenos argumentos y una voluntad real de transmitirlos al lector. Metal sirvió, provisionalmente, para cerrar algunas de las piezas que Scott Snyder y Greg Capullo habían ido colocando durante su larga estancia en la colección de Batman. Sin embargo, lejos de resolverlo todo y de cerrar definitivamente los flecos sueltos, dejaba más incógnitas que respuestas y un tratamiento tan excesivo como torpe.

Justice League 2

Página interior de Jim Cheung

Por su parte, la miniserie Sin Justicia que vino a continuación, tenía como principal objetivo el justificar argumentalmente la nueva etapa de la colección de la Liga de la Justicia. Una etapa que estará dividida en tres cabeceras principales: Justice League (la que se comenta en esta reseña, y que lidia fundamentalmente con el aspecto más propiamente «superheroico» del universo DC), Justice League Dark (que es la colección que tratará con las ramas mágica y sobrenatural del citado universo), y Justice League Odyssey (la serie que abordará los elementos más espaciales, cósmicos y de ciencia ficción). Un movimiento editorial que, parece ser, pretende situar las colecciones del principal grupo superheroico en el centro de la construcción argumental del universo DC durante los próximos meses o años (incluidos crossovers en el horizonte con colecciones individuales como la de Aquaman en el caso de Justice League o la de Wonder Woman en el caso de Justice League Dark). Como movimiento de autojustificación editorial, Sin Justicia podría tener un cierto pase. El problema es que argumentalmente difícilmente se sostenía, y la inconsistencia artística por parte de los encargados de sustituir al dibujante titular de la miniserie (Francis Manapul) tampoco ayudaban al resultado global del producto.

De las cenizas dejadas por estos dos recientes movimientos editoriales, surge ahora esta nueva cabecera de la Liga de la Justicia. El artífice del guión, Scott Snyder, fue el responsable principal también de los citados eventos y miniseries (en el caso de Metal lo hizo en solitario, mientras en Sin Justicia contó con la colaboración de James Tynion IV y Joshua Williamson, que serán los guionistas de Justice League Dark y Justice League Odyssey respectivamente). Este punto se nota especialmente en esta primera entrega de la nueva cabecera principal de la Liga de la Justicia, ya que son continuadas las referencias a los sucesos acontecidos en las mencionadas colecciones. El excesivo carácter referencial, puede suponer alguna dificultad a los nuevos lectores para incorporarse a esta colección sin tener en cuenta lo anterior. Esta dificultad se puede ver aumentada, si cabe, por el estilo tan deliberadamente críptico que el guionista imprime al tono general de la historia. Y es que, no solamente nos encontramos que se hagan continuas referencias a acontecimientos que tuvieron lugar con anterioridad en otras colecciones del autor (acontecimientos que se mencionan pero no se explican convenientemente) sino que además te da muchas veces la sensación de que se abusa del recurso a la mención e insinuación de cuestiones aprovechándose del desconocimiento e ignorancia del lector. Para darle un tono de misterio y grandilocuencia adicional al eje argumental de la historia, los personajes están continuamente haciendo referencias (pero sin explicitarlas completamente) a elementos que los personajes al parecer son conocedores de ellas en el marco de la historia, pero de los que el lector no puede tener conocimiento ninguno (incluso tras haber leído Metal y Sin Justicia). Un truco a la hora de narrar una historia que puede llevar a aumentar el interés del lector pero que también puede causar hartazgo y desinterés si se abusa del mismo o se maneja con torpeza.

Justice League 3

Página interior de Jorge Jiménez

Contando con unos artistas de la talla de Jim Cheung y Jorge Jiménez, creo que no pueden existir dudas sobre la calidad del apartado visual en este tebeo. El hecho de que Cheung solamente dibuje un primer número puede desalentar a muchos compradores si el artista que le sustituye a continuación puede no estar a la altura. Sin embargo, que el elegido para convertirse después en el dibujante regular de la colección sea nuestro compatriota Jorge Jiménez estoy seguro que alivia a más de uno. Y no sola ni principalmente por ser un artista español, sino porque se trata, sin lugar a dudas, de uno de los artistas con más talento del ya de por sí brillante repertorio de dibujantes con que cuenta la editorial de Burbank. Así lo ha demostrado en la colección de Superhijos o con sus portadas y números sueltos en la colección de Superman. Creo que el apartado gráfico, tanto por parte de Jim Cheung como de Jorge Jiménez, es sin duda uno de los puntos fuertes con los que cuenta este relanzamiento del más importante grupo de superhéroes.

Liga de la Justicia

Página interior de Jorge Jiménez

Manejar una colección de la Liga de la Justicia no es una cuestión fácil. Cada uno de los personajes que la integran tiene un potencial, una iconografía y un peso específico tan importantes que los hace merecedores de protagonizar su propia colección en solitario (y en ocasiones, como sucede tanto con Batman como con Superman, incluso con más de una colección individual publicada en paralelo). Esto hace que sean muchos los que han intentado, pero pocos los que han conseguido, traernos una etapa verdaderamente brillante o de cierto peso e impacto en una colección de la Liga de la Justicia. El relanzamiento del grupo tras los sucesos del one-shot de DC Universe Rebirth en una colección guionizada por Bryan Hitch fue uno de tantos intentos infructuosos y pasará, seguramente, como una de las peores etapas del grupo y una de las series menos destacadas de aquella iniciativa editorial. En comparación, este nuevo relanzamiento de la Liga de la Justicia en manos de Scott Snyder, Jim Cheung y Jorge Jiménez, puede ser considerado un importante avance. Al menos, ahora tenemos una historia que, a priori, parece contar con un cierto interés y que se antoja que tendrá un peso en el hilo central de acontecimientos del Universo DC. Al menos, también, ahora contamos con una colección cuya continuidad y garantía en el aspecto artístico parece que está más o menos asegurada.

No obstante, y aunque avance, debemos ser cautos. Como ya he señalado, no es fácil conducir adelante una colección de un grupo como la Liga de la Justicia. Y no puedo hablar por los demás, pero a mí Scott Snyder me ha defraudado ya bastantes veces en el pasado. Sin embargo, como digo una cosa, y de momento este arranque tiene mi interés y recibe la oportunidad que una colección de esta magnitud merece. Espero no tener que lamentarlo. Y, en cualquier caso, nadie dijo que lidiar con los dioses fuese sencillo. Y la Liga de la Justicia son y serán siempre los grandes iconos y el panteón divino del universo DC.