Llevabamos un tiempo sin tocar el manga, y para no perder la costumbre, hoy vamos a hablar de Oda a Kirihito, publicado en nuestro pais por Ecc Ediciones.

ODA A KIRIHITO

Imaginad una enfermedad que nos arrebata la humanidad hasta que nos mata. Pero no sólo por el dolor que provoca, sino por la transformación literal que nos produce, hasta que llegamos a parecernos más a una bestia que a un humano, acuciados por la necesidad de comer carne cruda. El hospital universitario de Tokyo trabaja con un afectado, y su máximo responsable, el Doctor Tatsugara, cree haber encontrado en su investigación el impulso que necesita para hacerse presidente de los médicos japoneses. Pero no todos sus estudiantes están de acuerdo con sus teorías sobre el origen vírico del caso e investigan con pasión, como Kirihito Osanai, una joven promesa de la medicina cuyo talento se observa con recelo por sus compañeros. Será Osanai el encargado de visitar la recóndita y aislada aldea donde se han dado casos de infección entre sus vecinos. Un lugar del que nadie vuelve.

UN AUTOR INIGUALABLE, EN EL MOMENTO PRECISO

Conocido popularmente como el “dios del manga”, Osamu Tezuka  es uno de los principales responsables de la expansión y difusión de la lectura del 9º Arte, ofreciendo perspectivas más adultas, además de obras maestras como Adolf, o personajes eternos como Astroboy y Black Jack. Aunque se cumplen 30 años de su muerte, tras una extensa vida y obra, nos referimos hoy a un manga fascinante  que escribió en plena crisis personal a finales de los 60, cuando no conseguía el éxito esperado. Oda a Kirihito, es un viaje inolvidable a la corrupción de algunas jerarquías médicas, un retrato de ambición y de coraje, en una obra coral con personajes tiranos que realizan actos loables, y con héroes desgraciados que cometen actos inenarrables.

 La acción nos sitúa en la investigación de un grupo de médicos sobre el “mal de monmo”. Una extraña enfermedad mortal, que afecta a una población aislada de Japón y que produce dolorosas deformaciones óseas en los afectados que casi parecen un perro o animal antes de su inevitable fin. Pero el retrato que el autor  hace de la sociedad  es tremendamente emocionante, contemporáneo y real. Increíble cómo un trazo tan simple puede describir actos tan trágicos, secuencias tan duras. Obra para adultos y que sube un peldaño la palabra tebeo, que bebe de los propios conocimientos de medicina de Tezuka, quién abandonó su profesión para volcarse en su devoción por el manga, para conseguir una verosimilitud muy apreciable, sin que detalladas exposiciones médicas, diagnósticos o informes, se hagan en absoluto áridos o aburridos.

A CARA DE PERRO

Pero no se equivoquen. Pese a que los enfermos se conviertan en un remedo hombre/perro, pierdan la facultad de hablar mientras engullen carne cruda y sangrienta, o se pongan en ocasiones violentos en su pérdida de humanidad y ante el rechazo que provoca su mera imagen, esto no es una obra de monstruos convencional, sino una historia creíble en la que los diferentes actores demuestran hasta donde son capaces de llegar para conseguir sus distintos objetivos. Así, tras un arranque en el que el misterio es predominante, la trama gira hacia la intriga, la conspiración e, incluso, la aventura, con atención al devenir de los distintos personajes, en una red argumental que incluye traiciones, vejaciones, abusos y heroicidades; para visitar distintos momentos de la psicología humana e, incluso, de la locura.

No desvelo mucho del argumento si digo que Kirihito Osanai no tarda en ser contagiado de la enfermedad, pues pronto la narración se bifurca en varios frentes. El calvario del médico idealista en su búsqueda por la verdad y la aceptación de sus nuevas circunstancias; frente al día a día que enfrentan sus conocidos tras su ausencia: su prometida y la familia de esta; su celoso compañero de investigaciones, Urabe, seguramente el personaje más complejo y fascinante de la obra; además de la carrera política de Tatsugara, además de entrañables secundarios, algunos salidos de lo que podría considerarse un circo de los horrores o, peor aún, esclavos que satisfacen los más abominables deseos de su dueño.

Sólo podría poner un pero, y es cómo la casualidad se impone varias veces a la causalidad, propiciando encuentros (o desencuentros) claves para el desarrollo de la historia. Aunque me da la impresión que Tezuka, quizás por el momento personal que atravesaba, pretendía plasmar el conflicto contra el destino, contra la fatalidad o la fortuna en el sino de las personas. Así que, más que un atajo o solución argumental simple, podríamos pensar que las “coincidencias”, la suerte o el destino; son algunos de los grandes temas latentes de la obra.

Y dentro de ese debate determinista llama la atención también la presencia de múltiples referencias a la religión, sobre todo la cristiana. No sé si para seducir al mercado occidental o por los paralelismos evidentes con el calvario de Jesucristo. Incluso la crucifixión es dibujada por el dios del manga…. Preludio a una introspección aún mayor de las creencias y conflictos teológicos en obras posteriores como Adolf.

Una obra que emociona porque cuestiona y narra situaciones con múltiples paralelismos a los que nos puede contar, pura y simplemente, el macabro relato de sucesos de un informativo en prensa o televisión.

EL TRAZO DE UN GENIO

Siento debilidad por Tezuka, su trazo simple e infantil, el uso de expresivas caricaturas, la fluidez y sencillez de su narrativa; así que seguramente no sea objetivo. No obstante, su ligero pincel nos abofetea y emociona en esta obra por la crudeza de los pasajes que describe, la sucesión de hechos macabros, la crueldad inmensa, el relato de distintas vejaciones, en situaciones preocupantemente evocadoras de la realidad humana. Dibujos en ocasiones alegóricos o representativos que componen un relato absorbente, con una narrativa fluida y que apoya el ritmo de los acontecimientos.

VALORACIÓN: La Jauría Humana

Oda a Kirihito ha envejecido bien, pues en la aspiración de alcanzar un público universitario y más adulto, la leyenda del Doctor Osanai consigue seguir sorprendiendo a las nuevas generaciones de lectores, por su valentía y temática adulta. Considerada obra menor en la bibliografía del maestro nipón, esa categorización me sorprende, ante la magna impresión que me ha causado. Suficiente para explorar todo lo que se me ponga delante de lo que, sin duda, fue un genio.

Actualmente se puede acceder a este Oda a Kirihito a través de 2 tomos publicados de ECC, como siempre con perfecta presentación pero precio excesivamente elevado, más de 22 euros cada tomo… O 3 tomos publicados anteriormente en Ediciones Otakumanga, por apenas 12 euros, completa. Personalmente, lo considero una joya por lo que emociona, pero flaquea en dejar algunos agujeros importantes en la historia o, en poner demasiado a disposición los hechos que resuelvan el argumento. Ahora bien, está claro que es un formidable cuento para adultos.

FRAN FERNÁNDEZ AMADOR