Reseña Samurái: cielo y tierra
Roberto Pineda
9 enero, 2019

Hace unas semanas tocó hacer la ya clásica visita mensual a la tienda de cómics para hacerme con las ricas novedades que me interesan. Mirando entre los estantes de allí me llevé una muy grata sorpresa al ver el segundo tomo y último una obra que leí hace ya varios años y de la que ya no pensaba que conseguiría su continuación. Su título es Samurai: Cielo y Tierra, que tal y como he comentado antes, me hice con el primer tomo hace ya bastante y tengo que reconocer que me sorprendió muy gratamente en su día.

Así que cuando me topé con el segundo tomo, que continúa esta historia, entre los estantes de saldillos de la tienda no dudé en hacerme con él. Y del tremendo alegrón que me he llevé me han dado ganas de dedicarle esta reseña, por si hay alguien aún que no tuviera ni la más remota idea sobre la existencia de este cómic, para que no lo dejéis pasar si algún día os topáis con él en vuestra tienda favorita.

Entrando ya a comentar el cómic en cuestión, tengo que decir que este tomo guionizado por Ron Marz haría las delicias de cierto colega mío, por su temática oriental y su trasfondo de drama (este muchacho es fan de lo “japonés” hasta unas cotas fuera de lo normal). Y es que en Samurái: Cielo y Tierra se aborda la premisa de: “¿Hasta dónde llegaría un hombre por amor?. ¿Cruzaría cielo y tierra para rescatar a la mujer que ama?”.

A este respecto hay que decir que el cómic es una buena mezcla de aventuras y romanticismo con un argumento de película palomitera, en el que veremos cómo un samurái (Shiro) se embarcará en la cruzada de atravesar medio mundo en busca de su amada Yoshiko, que ha sido raptada. Su periplo le llevará mucho más lejos de lo que jamás hubiera imaginado: de su Japón natal al imperio chino en expansión, y de allí, a través de Europa, hasta la mismísima París. E incluso en los legendarios salones del Versalles de Luis XIV deberá cruzar espadas con tres de los mejores espadachines jamás conocidos (no hace falta ser detective ni ir por la vida creyéndose Sherlock Holmes para saber de qué trío se trata, ¿no?)…

Ciertamente resulta curiosa la idea de enfrentar a un samurái contra los famosos mosqueteros, en un combate narrado de una forma que es una auténtica delicia visual. Si a ello le unimos unos dibujos espectaculares de Luke Ross y el trabajo con el color de Keith Jones, hacen de Samurái: Cielo y Tierra un espectáculo para los sentidos. Así que, querido lector, te recomiendo encarecidamente esta historia de cómo un hombre es capaz de recorrer el mundo en solitario y enfrentarse a quien sea por amor (ainsss, qué bonito). E insisto en que si alguna vez te topas con él de pura casualidad entre los saldillos de tu tienda no dejes pasar la oportunidad, porque es un muy buen cómic.