Hoy vamos a reseñar el cómic The Black Beetle Kara Böcek, de Francesco Francavilla.
Ha pasado mucho tiempo desde la aparición del personaje, pero por fin tenemos una nueva entrega de la mano de Planeta Cómic.
El personaje y su entorno
Cuando hablamos de The Black Beetle es indispensable hacer un énfasis a las influencias de su autor.
Estamos ante un género de aventuras que se basa en las novelas pulp, con una serie de elementos clásicos pero no por ello menos efectivos:
Un vigilante enmascarado, un entorno sucio y oscuro, en este caso la ciudad de Colt City, ligeramente parecida a Gotham, criminales, corrupción y algo de ciencia ficción.
Si miramos la época en que se desarrollan estas aventuras, años 30 / 40, el autor puede hacerle evolucionar sacándole de su hábitat natural y haciendo que viaje.
Si sois aficionados al Batman clásico, esto no es algo tan raro, y es que Batman en la época de Neal Adams es frecuente verle fuera de Gotham, pues bien, Francesco Francavilla ha hecho precisamente esto en esta nueva entrega del personaje.
Los años 30 y el ambiente prebélico.
La historia comienza en 1934, en un barco que cruza el estrecho del Bósforo camino de Constantinopla.
Nuestro protagonista tiene una cita en un punto de la ciudad para conseguir información acerca de un misterioso objeto, el cual bajo ningún concepto puede caer en manos enemigas.
El suspense y la incertidumbre creados en la historia está muy logrado, y es que un grupo de alemanes va detrás de The Black Beetle, saben de sobra quien es y a donde va, pero claro, la localización del objeto, lo que es, puesto que en un principio no nos lo revelan y su función, es un secreto.
Se intuye que es algo que puede decantar una guerra que parece inevitable, pero nada más.
Constantinopla.
El lugar elegido para el desarrollo de la historia es bastante acertado.
Hablamos de una ciudad mítica, con una historia brutal a sus espaldas y llena de misterios. El punto de encuentro entre oriente y occidente en una época en la que no hacía mucho se había creado la República de Turquía.
Calles llenas de gente, mercadilos caóticos, hoteles en donde la seguridad no está garantizada y bazares misteriosos en donde se pueden encontrar preciados objetos que son motivos de disputa.
Los elementos de la historia.
Antes hemos dicho que en The Black Beetle Kara Böcek había una mezclas de géneros, y efectivamente, además del misterio y el suspense que acompañan al personaje, tendremos la incertidumbre de la procedencia del objeto en cuestión.
Y es que estamos hablando de algo antiguo pero que podría tener una procedencia cuando menos extraña.
Una buena forma de unir arqueología, historia y teorías sobre si los alienígenas visitaron la tierra y dejaron pruebas a su paso.
El dibujo.
El arte de Francavilla es espectacular.
Además de que el dibujo es muy bueno, juega con el color. A través de una combinación decolores azul y ocre consigue incrementar el suspense de la historia, haciendo que las escenas más inquietantes se desarrollen en ambientes oscuros.
Otra cosa que hace la lectura del cómic muy amena es la variedad de las páginas, en donde hay múltiples tipos de distribución de viñetas.
Hay páginas dobles que son auténticas maravillas visuales para el lector.
Conclusión.
Estamos ante una historia muy entretenida, muy bien dibujada y que tiene una lectura muy ligera.
Quizás la única pega es esa, que se hace muy corto.
No esperéis un comic de superhéroes al uso, por que esto es otra cosa, de hecho el personaje, con su traje de enmascarado sale en el último tercio del cómic, pero el clima prebélico, el suspense y la emoción están muy pero que muy logrados.
Con The Black Beetle Kara Böcek estamos ante algo muy recomendable.