Reseña Thor El Carnicero de Dioses
Juan Pedro Tocino Castro.
24 enero, 2020

Hoy vamos a reseñar Thor El Carnicero de Dioses, el primer volumen de la colección dedicada a recopilar todo el material del dios del Trueno. Guionizado por Jason Aroon, autor que se he encargado del personaje desde 2012, comenzando con los doce números incluidos en este tomo, hasta la actualidad, momento en el que toma el relevo otro de los guionistas más importantes de los últimos años, Donny Cates.
Panini está realizando una gran labor a la hora de publicar las series más importantes que se iniciaron con Marvel Now!, reeditando diferentes colecciones en tomos de muy buena calidad entre las que se encuentran los Vengadores de Jonathan Hickman, el Capitán América de Rick Remender o el propio Thor de Aroon.

Marvel Now !

Este movimiento iniciado por la Casa de las Ideas hace ocho años conllevó un reinicio de todas las series de la editorial, donde nuevos equipos creativos se pondrían al frente de los principales héroes Marvel.
La cabecera protagonizada por el Dios nórdico estaría realizada, a partir de ahora, por Jason Aroon, que ya había trabajado en otras colecciones como la de Lobezno o Hulk, y Esad Ribic, dibujante que ya había ilustrado la mitología de Asgard en Loki, junto a Robert Rodi.
De esta forma, Axel Alonso, Director Editorial por aquellos años, ofreció a los autores más importantes del momento la posibilidad de escribir a los personajes con los que siempre habían soñado y Aroon, en particular, eligió, sin ninguna duda, a Thor, elaborando una de las etapas más memorables del personaje.

Thor El Carnicero de Dioses

Influencias

Desde el principio, el guionista de Alabama intentó dejar su marca personal en la colección del Dios del Trueno, y para eso tomo como referencia e inspiración la obra de Matt Fraction, Las edades del trueno, conjunto de historias donde se narraban hechos ambientados en un pasado muy lejano, cuando Thor todavía era un joven orgulloso e inexperto.
Varios relatos dibujados por Patrick Zircher y otros artistas que adaptaban sus estilos para desarrollar varios capítulos más cercanos a obras como Conan el Bárbaro que a las colecciones superheroicas típicas de Marvel. La influencia de la serie antes mencionada se apreció desde el principio no solo en el tono general de la cabecera, centrada especialmente en lo mitológico, sino también en la recuperación de un Thor mucho más cruel y mujeriego que aquel perteneciente a los Vengadores, ya digno del famoso Mjölnir

Sobre la obra

Aroon plantea esta historia en tres tiempos diferentes, pasado, presente y futuro. Tres líneas temporales unidas por la presencia de un ser cruel y poderoso, cuyo principal objetivo es acabar con todas las deidades del Universo Marvel. Gorr, el Carnicero de Dioses, sirve de hilo conductor para pasar por diferentes épocas en la vida de Thor, desde su juventud hasta su vejez. Los lectores seremos testigos de cómo los actos de este villano, asesinando a lo largo de las eras a todos los dioses posibles, afectarán a nuestro héroe, que debe eliminar a esta nueva amenaza antes de que sea demasiado tarde.

Es asombrosa la capacidad del guionista de Alabama para hacer sentir al aficionado el peligro que representa el Carnicero de Dioses, poniendo en verdaderos apuros al Dios del Trueno en todas sus encarnaciones. Todo ello a través de una historia alejada del tono superheroico habitual y centrada en la mitología y la fantasía intrínseca en un personaje como Thor. Además, pese a la narración dividida, un aspecto bastante original en esta trama, Aroon realiza una excelente labor de estructuración haciendo que no nos perdamos en ningún momento durante el trascurso de la aventura. Estamos ante un recurso muy parecido al utilizado por el guionista en su Conan el Barbaro, donde a través de los números irá avanzando y retrocediendo en el tiempo para contar relatos autoconclusivos del cimmerio conectados por una historia general, que se va desarrollando lentamente.

Thor El Carnicero de Dioses

Jason Aroon utiliza esta obra, Thor El Carnicero de Dioses, para profundizar en la religión y la necesidad de recurrir a seres omnipotentes como apoyo o ayuda en algunas circunstancias, profundizando, a su vez, en la vida de Gorr y las motivaciones que le llevaron a convertirse en un asesino de dioses. Son quizás las razones de este villano para hacer lo que hace uno de los pocos aspectos negativos de este magnífico arco argumental, resultando por lo general muy tópicas y predecibles.

Apartado artístico

Todos conocemos de sobra el arte de Esad Ribic, el responsable de la mayoría de números en este tomo. Su trabajo de nuevo es espectacular, ofreciendo un apartado gráfico realista, a pesar de estar ilustrando una historia fantástica. El dibujante croata potencia aun más la épica de la trama con sus lápices y lleva a cabo viñetas imponentes que sorprenden en cada página. Por su parte, Jackson Guice y Nic Klein realizan solo dos números de este volumen, ambos caracterizados por un dibujo más sucio y con línea gruesa, que aunque no llega al nivel de Ribic, cumple muy bien su cometido. Debemos destacar por último el color de Ive Svorcina que encaja perfectamente con el tono general de toda la obra.  

Thor el Carnicero de Dioses

Conclusiones

Con estos primeros doce números Aroon sentó las bases de su etapa en la colección protagonizada por el Poderoso Thor, realizando un arco argumental sorprendente, lleno de acción, violencia y pura mitología. Una trama general, que, reuniendo todas estas características, nos mostró el enfrentamiento entre el Dios del Trueno y el Carnicero de Dioses a través de diferentes momentos en la vida del personaje, presentándonos, por ejemplo, a ese Rey Thor que, en la actualidad, cuenta con una miniserie propia donde se cierra la larga estancia del guionista de Alabama junto a este héroe Marvel. Estamos por lo tanto, ante una obra totalmente recomendada tanto para aquellos que no hayan leído nada del personaje como para los fans más veteranos. Un tebeo que, además, cuenta con el arte sobresaliente de Esad Ribic, Nick Klein o Jackson Guice, consolidando, aun más la enorme calidad de estos números iniciales.