Con Yo, Mentiroso, Antonio Altarriba y Keko ponen punto y final a la Trilogía Egoista. Y es que después de los exitosos Yo, Asesino y Yo, Loco, tenemos este nuevo volumen, en donde en este caso, el pecado del protagonista es la mentira.
Argumento.
Las cabezas de tres dirigentes políticos aparecen metidas en recipientes de crital. Esto podría obeceder a una venganza política, y es que estas tres personas estaban siendo investigadas por casos de corrupción y las declaraciones de estos elementos podrían desencadenar un terremoto en la vida política española.
El protagonista de Yo, Mentiroso es Adrían Cruadrado, asesor del gabinete de comunicación del partido, el cual lleva una vida un tanto peculiar.
Bajo estas premisas se desarrolla una obra, que si bien se puede leer de forma indendiente, hay que recalcar que está enmarcada en el mismo universo que las dos anteriores.
Desarrollo de la obra.
A medida que avanza la historia, los autores nos van a presentar un escenario que seguro que es familiar a todos los lectores.
Estamos ante un marco político en donde la corrupción, la manipulación y el engaño están a la orden del dia. Del día y de Adrían Cuadrado, protagonista de la historia.
Y es que lo que podría parecer en principio un asesinato de dirigentes políticos, que por otro lado es muy conveniente para los intereses de su partido, podría ser la obra de un asesino en serie, alguien relacionado con el arte. Vuelvo a insistir en que las tres obras comparten universo.
Pero claro, podría ser, o no podía ser, y es que es más efectivo contar una mentira bien construida que una verdad que deje dudas.
La mentira y el poder.
La hipocresía, el bienquedismo y el dar una imagen completamente falsa de la realidad es algo que podemos ver desde el primer momento de la obra.
La labor de Adrían Cuadrado consiste en hacer continuos lavados de cara para su partido.
De esta manera, se promueve la carrera de un miembro del partido, el cual es homosexual, con el único fin de limpiar el pasado homofobo del partido.
Por otro lado se deja muy claro que miembros de la prensa están comprados por el partido. Tampoco faltan empresarios y caras conocidas de la vida publica española, quienes tienen intereses comunes con estos políticos.
El protagonista de Yo, Mentiroso.
Adrian Cuadrado es un manipulador. Es su trabajo, mentir a las masas para tenerlas contentas y conseguir que su partido siga en el poder.
Su vida familiar es una mentira, y es que engaña a su mujer, miente a sus amigos y conspira a espaldas de sus compañeros de partido. La corrupción de estos ha llegado a un punto que ya es insostenible y se plantea ofrecer sus servicios al partido de la oposición.
A medida que avanza la investigación sobre los cadaveres, la cosa se complica. Y es que Adrian Cuadrado va a descubrir, gracias a la colaboración de un antiguo compañero, que hay intereses inmobiliarios de por medio:
Antiguos palacios y casas antiguas que son patrimonio nacional están siendo abandonados con el fin de luego venderse y que acaben en manos privadas.
Si mandas el mensaje de que esto es un gasto menos y es bueno para todos, asunto zanjado. El caso es que hay mucho miedo
Como recurso narrativo, y aquí viene el punto fuerte de la obra, veremos en cuadros de textos reflexiones del protagonista.
Adrían Cuadrado nos va a dar todo un curso de como manipular y engañar a la gente, todo muy bien enlazado con los acontecimientos que vamos viendo a lo largo de la obra.
Reflexiones sobre la mentira.
El mentiroso crea un mundo con sus palabras. Efectivamente, si dices algo que es mentira, y lo repites muchas veces, acaba siendo verdad.
En un mundo sobrecargado de información, ciertas cosas, según quien las diga y desde donde, tienen repercusión. Aunque sean mentira, nadie se preocupa de constrastar esta información.
La historia nos ha dejado muchos ejemplos de como la mentira arraiga en el imaginario colectivo: Las batalles de Covadonga y Roncesvalles, el Cid, que era un mercenario, los cascos de los vikingos, que no tenían cuernos, o el mismo descubrimiento de América: Colón no fue el primero en llegar.
Pero todo esto no importa, la gente cree lo que quiere creer. Y así nos va. Puedes soltar todas las mentiras que quieras.
El mentiroso ya se hará la victima para defendese e intentará aislar a quien le intente descubrir.
Los principios de la propaganda nazi de Joseph Goebels están presentes en la obra. Nada mejor para distraer a la gente de los problemas reales como crearles un enemigo, exagerar pequeños problemas o vulgarizar el mensaje a las masas.
Todo esto funciona.
Apartado gráfico.
Si en las historias anteriores teniamos el rojo y el amarillo como colores añadidos al blanco y negro, aquí tenemos el verde.
A lo largo de la obra vamos a ver representados muchos escenarios reales, como una vista de la Gran Vía de Madrid, con el edificio sweeps de fondo, o la plaza mayor de Salamanca y otros muchos escenarios.
Por otro lado, a estas alturas de la reseña, aunque no hayais leído la obra, os podéis imaginar que los personajes de la vida política se parecen “casualmente” a los de la realidad española, y muchos son fácilmente identificables.
Un recurso gráfico interesantísimo y que da muy buen resultado es ver como distintas viñetas van siendo ampliadas, acabando en un primer plano, enfatizando así ciertos detalles, ya sea la expresividad de un rostro o la vista aérea a gran distancia de las calles de una ciudad.
El dibujo de Keko es muy expresivo y los personajes se nos hacen muy antipáticos y desagradables, debido a la expresividad que les da el artista. El objetivo en este sentido está muy logrado.
Conclusiones de la obra.
Con este tercer volumen finaliza una trilogía sensacional. Estamos ante algo de lectura si no obligada, por que yo creo que nada es obligatorio, si altamente recomendable.
La forma que tienen los autores de conectar Yo, Mentiroso con Yo, Asesino es sencillamente magistral. Cuadran el círculo.
No voy dar más detales del tema por no hacer spoilers.
En cuanto a las reflexiones sobre la mentira y los mentirosos, pues merecen un capítulo aparte.
La mentira está en todas partes, podemos partir de la base de que la gente es manipulable, de que el mentiroso estudia muy bien lo que hace y comprueba que hay tácticas que funcionan.
La gente se olvida de las cosas rápidamente y gracias a eso se puede contruir un mundo irreal, pero cuidado: Las mentiras tienen las patas cortas, y quien abusa de ellas luego obtiene su merecido.
Os aconsejo leer la obra y que cada uno saque las conclusiones que