El nombre del Guerrero del Antifaz va unido, de manera inevitable, a su creador, Manuel Gago.
Estamos ante una serie que marca un antes y un después en el panorama del tebeo español, y que supone todo un punto de inflexión en la españa de la posguerra.
Como toda serie larga, tiene sus altibajos. Podemos hablar de unos primeros cuadernillos, partiendo del número 5, en donde gráficamente la serie pega un salto de calidad enorme en cuanto al dibujo, y de unos argumentos que es fácil diferenciarlos.
Una primera parte en donde la acción transcurre en la península ibérica. Gago nos va presentando una serie de reyes árabes: Alí Kan, Motamid & Olián, Harúm y Hamez Zenete, los cuales van siendo derrotados sucesivamente.
Después tenemos una serie de aventuras por el mediterráneo. El mar, corsarios, piratas, esclavos liberados y mientras el protagonista corre una serie de aventuras, paralelamente, nos van narrando lo que ocurre con los personajes secundarios que han quedado en España.
Desde un punto de vista argumental, es probablemente la etapa más brillante de la serie.
Puntos de inflexión.
Partiendo de la base de que la colección no tiene apenas pausas, si encontramos varios puntos de inflexíon.
El primero sería el número 127, en donde el Guerrero del Antifaz intenta demostrar que no es hijo de Alí Kan. El Capitán Rodolfo reúne a una serie de nobles cristianos, cuya predisposición hacia El Guerrero del Antifaz es bastante negativa, y la consecuencia de esto es que el protagonista tiene que salir de España.
A partir de aquí, los personajes secundarios van desapareciendo progresivamente: El Conde de Torres, Hernán de Roca, Aixa, el Pirata Negro ( olvido tremendo de Gago, quien le deja en las mazmorras del Marqués de Peñaflor durante muchos años).
El segundo punto de inflexión lo encontramos, bajo mi punto de vista, cuando el Halcón Negro secuestra al Guerrero, Fernando, Don Luis, Ana Maria y Sarita, y embarcan todos hacia su guarida.
Dejamos las tramas secundarias, aquí hay otro personaje que desaparece, el Capitán Rodolfo, que números antes había acudido a visitas a los Reyes Católicos para interponer una demanda contra Hernán de Roca.
Las prisas, la necesidad de dibujar varios cuadernillos semanales y todo esto que ya se ha contado muchas veces, hacen que la serie vaya perdiendo calidad.
No son malos tebeos, y es que hasta la muerte de Aixa, en el número 221, con el posterior enfrentamiento con los hermanos Kir, la serie tiene un gran interés, pero luego, si lo miramos con objetividad, presenta numerosos fallos de guion.
El final de la primera parte.
La pausa más clara viene con la boda del Guerrero. Entre los cuadernillos 362 y 363 pasan varios años. Nos cuentan que una vez finalizada la reconquista, los castillos han perdido su importancia y nos presentan un condado de Roca en donde no hay soldados.
La muerte de Zoraida, después de incendiar el castillo, rompe definitivamente con la esencia ya muy lejana de aquellos primeros 127 episodios, y es que ya no queda nada de esos personajes. Ni si quiera sale Don Luis, otro de los grandes olvidos de Gago.
En esa segunda parte, tenemos cuadernillos muy brillantes, en donde la estructura de página cambia, con unos fondos cuidadisimos en las viñetas, pero al poco tiempo la serie baja muchísimo el nivel.
Vikingos del siglo V, tribus de indigenas del amazonas, gorilas que se organizan para atacar a tribus africanas o aventuras en el lejano oriente con el descubrimiento de la pólvora de por medio.
Llegados al número 419, Gago deja la serie, por presiones de la editorial, en contra de su voluntad, y esta cae en manos de Matias Alonso en los dibujos y Vicente Tortajada en los guiones.
¿ Mejor, peor, diferente ? Vamos a analizarlo.
La etapa de Matias Alonso. Argumento.
Una vez comenzada la segunda parte, el Guerrero del Antifaz se reencuentra con su esposa, la cual creía muerta, y busca a su hijo, raptado por oden de Rainiero de Brotons.
Cuando Matias Alonso se hace cargo de la serie, Ana Maria va recobrando la memoria y un personaje llamado El Gran Consejero, ha huido de una ciudad situada en oriente medio, con un niño, quien podria ser el heredero al trono de esa ciudad, pero que en realidad es el hijo del Guerrero.
Las primeras aventuras de esta nueva etapa giran en torno a la búsqueda del Gran Consejero y el niño.
Durante esta etapa, de cara a argumento de las historias, nos encontramos con una serie totalmente distinta, en donde la búsqueda de este personaje, un pájaro de cuidado, por cierto, va dando lugar a una serie de aventuras:
Hombres buitre, conspiraciones para hacerse con el trono de Turquía, tribus nómadas del desierto, personajes delirantes y escenarios exóticos en donde iremos viendo una serie totalmente distinta.
¿ Mejor o peor ?
Desde un aspecto gráfico, para mi, mucho mejor que los 30 números anteriores. Fondos más cuidados, encuadres de viñetas de lo más variado, un aspecto gráfico de los personajes diferente.. vemos a un Fernando más adulto, que tutea al Guerrero..
Ahora, las diferencias, que insisto, son eso, diferencias.
Tenemos una ausencia total de personajes secundarios. Así el guionista tiene total libertad para que el Guerrero y Fernando se muevan por Turquia, Venecia, Moldavia, Valaquia, escenarios ya vistos anteriormente, solo que en esta ocasión con toques fantásticos.
Elementos fantásticos: Monstruos de pesadilla, magos, alquimistas, la presencia del sabio loco, muy frecuente a lo largo de esta etapa..
Elementos políticos: Ojo con esto, por que hablamos de una serie estigmatizada por la crítica, por personas que encima ni se la han leído.
En esta etapa, además del tuteo de Fernando al Guerrero, de usar términos como “camarada” o “compañero” de una manera más bien intencionada, hay detalles de lo más curiosos.
Lo más llamativo es que estando prisioneros en una mazmorra, los protagonistas se temen que les apliquen la “Ley de fugas”, se habla de violaciones de los derechos humanos y el Guerrero del Antifaz, aventurero y ojo, conde de roca, propone que se eliga de forma democrática, a un gobernante.
El final de la etapa.
Una vez que Alonso y Tortajada le han cogido el pulso a la serie, estando el Guerrero de camino a España con su mujer y su hijo, son interceptados por emisarios de algo llamado La lIga de las sombras.
Esto son un grupo de señores que conspiran contra el Dux de Venecia, y preparan un ejército internacional para gobernar el mundo.
Un grupo de elegidos de España, Francia, Valaquia y algún país mas, son quienes van a capitanear este ejército. Entre ellos está el Guerrero del Antifaz.
Gracias a una droga, pierden la voluntad, y se convierten en títeres.
Presenciaremos una batalla con pájaros de madera, con señores encima de ellos, tirando bombas de mano..una licencia más de Tortajada..
Una vez acabada esta aventura, El Guerrero y Fernando se disponen a buscar a los capitanes elegidos por la Liga de las Sombras, puesto que han perdido su voluntad y son unos títeres.
Este argumento no será tenido en cuenta por Gago, quien rápidamente recupera al Conde del os Picos, y asistiremos al cuadragésimo cuarto secuestro de Ana MAría y Sarita.
Valoraciones final.
Gráficamente, como ya he dicho, me parece una etapa muy buena. En cuanto a los argumentos, es que estamos ante un persoanje distinto, es otro Guerrero del Antifaz, que no tiene nada que ver con el original, y que ojo, si me apuras, es mas violento y despiadado.
Es una etapa en donde el personaje tiene una esencia totalmente aventurera, sin visitar nunca el Condado de Roca, sin coincidir con su familia salvo en un par de números y con una total libertad de movimientos.
Ahora, os invito a leer esta etapa, después repasamos Las Nuevas Aventuras, y miramos unas cuantas coincidencias.