Hoy toca reseñar la segunda parte de Las crónicas de Excalibur, publicada por Yermo y cuya primera parte está reseñada en ésta misma web. La primera entrega me maravilló, así que tenía las expectativas muy altas ¿Se han cumplido? Vamos a verlo…
Los autores
Jean Luc Istin es un autor de cómics nacido el 1 de agosto de 1970 en Pontivy. No sólo diseñador, sino también escritor, es director de varias colecciones publicadas por Soleil Productions, en especial la colección Soleil celta, la colección 1800, la colección Serial Killer , la colección Secretos del Vaticano y la colección Anticipación.
Alain Brion, nacido en 1966 en París, es un ilustrador y autor de cómic francés.
La obra
Ésta continuación de las Cronicas de Excalibur comienza con la huida del rey Ban de Benoic, cuyo castillo está siendo asediado por las tropas de Claudas, que quiere ser el único rey, para salvar a su hijo, que todavía es un bebé: Lanzarote.
El bebé es recogido por la Dama del Lago, y llevado a la isla de Avalón, donde crece junto a Arturo Pendragón, y reciben las enseñanzas de las hadas y los druidas.
Por otro lado, el rey Luchar vuelve a su castillo, y se encuentra con que su esposa no lo ha echado demasiado de menos, y su hijo Natre aún tiene que aprender mucho sobre el carácter de un rey, así que le encomienda a Kenan, su maestro de armas que lo endurezca en la lucha. Lo que nadie sospecha es que este entrenamiento despertará en Natre un sadismo y un placer en la tortura que permanecía dormido.
Merlín sigue capturado por los gigantes por orden de Cernunnos, aunque su conversación con el líder de éstos, Gangorn, hace que éste se replantee si no sería mejor tener a Merlín como aliado.
Por su parte, Morgana sigue siendo instruida por el rey de los pictos, Bran Macthorn, aunque empieza a ser consciente de ciertos detalles que la hacen sospechar de él.
Mientras tanto, Patricio, un cura venido desde Roma, sigue empeñado en su guerra contra Avalón y las creencias paganas de Britania, y hará lo que sea para destruirlos.
Merlín, que tiene el poder de la premonición, observa que, si no lo impide, Cernunnos puede hacerse con Excalibur, lo cual desataría el desastre y la desgracia, y decide enfrentarse por fin a este demonio.
Morgana, creyéndose traicionada por el rey picto, y desorientada, decide huir y buscar la isla de Skye, donde la bruja Scathach, que se opone a la intrusión de los hombres, enseña artes ocultas, medicina y lucha.
En esta segunda parte de Las Crónicas de Excalibur vamos conociendo detalles de los personajes que nos dan pistas sobre cómo van a evolucionar y la importancia en la trama que van a tener. El ritmo es más pausado, lo cual es muy acertado, ya que nos están preparando para una gran guerra entre los convertidos al cristianismo y los que siguen fieles a las creencias ancestrales, es como la calma que precede a la tormenta, y nos dejan con un ansía difícil de soportar por saber cómo se va a resolver todo, ya que el cómic termina en el momento clave y más álgido.
Evolución de los personajes
Los personajes que ya conocíamos de la primera crónica siguen impresionándonos por su construcción tan compleja y real, con matices tanto oscuros como luminosos,. Además se añaden nuevos personajes que dan verdaderamente mucho juego a los giros del guión, enriqueciendo y completando aún mas si cabe la trama iniciada en el primer cómic.
Se nota que Istin no quiere precipitar los acontecimientos, sino que muestra de forma muy detallada cada una de las razones por las cuales se desarrolla el conflicto y el porqué de las decisiones de ciertos personajes.
Además, en esta segunda parte de las Crónicas de Excalibur se destila un poso de feminismo que me ha llamado mucho la atención y me ha encantado, centrado en el personaje de Morgana, creyéndose traicionada curiosamente por personajes masculinos exclusivamente, y que le lleva a la creencia de que no puede confiar en ningún hombre, y por eso busca la isla de Skye, a la cual tienen prohibido el acceso los hombres.
Apartado gráfico
El dibujo de Brion sigue siendo sublime, cada escena es como un fotograma de una película de animación, son tan realistas que te da la sensación de tener incluso movimiento. La técnica de acuarelas da el toque perfecto para esa ambientación brumosa, oscura y folclórica de fantasía britana. Espectacular.
Conclusiones
Al principio preguntaba si mis altísimas expectativas tras la primera crónica se han cumplido con la segunda, y la respuesta no puede ser otra que un rotundo SÍ; el guión es más pausado, pero mucho más rico en detalles y juegos argumentales, el dibujo sigue igual de maravilloso, los personajes evolucionan… en definitiva, es gran obra, al igual que el anterior, de verdad que merecen mucho la pena.
En cuanto a la edición de Las Crónicas de Excalibur tenemos una gran labor de edición en un tomo robusto de 24 euros en formato Cartoné de 103 páginas, con gran calidad de impresión, gramaje y papel.