Amazing Spiderman
Reseña Spiderman El peligro de las drogas
Jose Ramon Alvarez Garcia
30 marzo, 2019

En el mes de Mayo de 1971 se publicaba el número 96 de Amazing Spiderman. A lo largo de tres meses, tendriamos un tema peliagudo, y es que Stan Lee denunciaría en los cómics de Spiderman el peligro de las drogas.

Este cómic no obtuvo la aprobación de los censores del Comics Code y salió a la venta sin el sello de este organismo, con lo cual Stan Lee desafió al Comics Code exponiendose a una serie de consecuencias.

Para entender bien todo esto conviene echar la vista atrás y analizar cual era la situación del mercado americano.

Los antecedentes.

Como bien se cuenta en el libro Los Plaga de los Cómics , en Estados Unidos, desde un primer momento, y sobre todo después de la II Guerra Mundial, se hace vincula la lectura de los cómics con la delincuencia juvenil.

A estas alturas todo el que sepa usar internet sabe quien es Frederic Wertham y tampoco es cuestión de repetirnos y aburrir al personal.

Lo cierto es que como consecuencia de los ataques a la industria del cómic por una gran parte de instituciones , el número de publicaciones bajaron considerablemente durante la decada de los años 50, pasando de 650 a 250, aproximadamente, y editoriales como Ec desaparecieron.

Para paliar todo esto, se creó un mecanismo de autoregulación, el cual censuraba la violencia excesiva, la burla a las autoridades, el sexo.. en fin, que todos los cómics tenían que pasar por el aro.
O les ponían un sello de aprovación o no se publicaban.

Stan Lee había estado en Marvel durante los años de Werthem. Experimentó de primera mano los problemas causados ​​por la censura de aquella época. En una entrevista, describió cómo, en 1957, después de la reacción violenta del público contra los cómics, tuvo que despedir a varios de sus artistas, entre ellos Joe Sinnott, Dick Ayers, Gene Colan, Martin Nodell, Morris Weiss, Frank Bolle y John Romita.

Lo cierto es que una vez instaurado el Comics Code, editoriales como Marvel y Dc sobrevivieron e incluso prosperaron.

Amazing Spiderman.

Si analizamos la colección de Spiderman, veremos que tuvo una serie de innovaciones en la época.
Un joven que va al instituto, al que le hacen bullyng, que tiene problemas familiares, económicos.. y que tiene un poder adquirido por medio de un accidente, la picadura de una araña radiactiva.
Todo esto acercaba a la gente joven al personaje, ya que de alguna forma se indentificaban con él.

Lo que llama la atención es que la justicia depende de cómo usa el personaje sus poderes. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y además, este personaje no está bien visto por la ley, y sufre el acoso de la prensa.

A mediados de los años 60, veremos cierta crítica social y es que detrás del personaje hay mucho más de lo que parece.
Estamos en plena lucha de los derechos civiles.

Spiderman El Peligro de las drogas

El origen Spiderman El Peligro de las drogas

En el año 1971, Stan Lee, siendo Editor Jefe de Marvel, recibe una carta del Departamento de Salud y Bienestar, en la que se le pide que aborde el tema de las drogas para concienciar a la gente joven.

Lo dicho, la gente joven se identifica con el personaje y qué mejor forma de prevenir el mal que informar, y para eso podían dar un buen uso a la lectura de los cómics.
En contra de lo que creía el señor Wertam, los cómics no eran una mala influencia, si no todo lo contrario.


Spiderman. La continuidad.

Antes de analizar Spiderman, Peligro de las drogas, conviene poner en situación a los lectores, sobre todo si son gente joven que no ha leído el Spiderman de John Romita.
Estamos en el número 93 de Spiderman.

En el número 90, el Capitán Stacy, padre de Gwen Stacy, novia de Peter, ha muerto, culpando Gwen a Spiderman.

Después de la muerte del Capitán Stacy, Gwen se va a Inglaterra. Esto es algo controvertido ya que muchos años después, por obra y gracia de la maldita retrocontinuidad, los motivos del viaje de Gwen serían los de ocultar a Peter su embarazo.

El padre de la criatura sería Norman Osborn, y los hechos ocurrirían después del número 61 de la colección.

Harry Osborn, el Duende Verde, ha descubierto la verdadera identidad de Spiderman, esto pasa en el número 39, pero ahora está amnésico.
En el momento en que empieza la historia, Harry Osborn y Mary Jane están saliendo juntos.

Los números 96 al 98.

Si nos ponemos en la situación de la época, estamos ante unos números de una crudeza nunca antes vista en la colección.
La historia comienza con una persona que va hasta arriba, no sabemos de que, pero que casi se cae por un tejado de no ser por que Spiderman lo evita.

A partir de aquí veremos como se denuncia que las drogas atacan a las clases más pobres, en este caso la población negra que vive en los suburbios.
Spiderman será perseguido por la policía y veremos una discusión muy fuerte en donde se denuncian las desigualdades sociales y como los ricos, en este caso Norman Osborn, no hacen nada para ayudar a los más desfavorecidos.

La relación entre los personajes.


Esto es la clave para el hilo de la historia y es algo magistralmente llevado por Stan Lee, y es que Stan Lee va a elegir a Harry Osborn, el hijo de Norman, como victima de las drogas.

Personaje con poca autoestima, a la sombre siempre de Flash Thompson, y enamorado de Mary Jane.
Niño rico que lo tiene todo. Las drogas no sólo son algo exclusivo de los negros o los pobres, un ataque de celos será el detonante para que Harry se atiborre de pastillas.
Y es que en su cuarto de baño hay un armario en donde Harry está bien surtido, tiene de todo, y si se le acaba, pues se baja al camello de la esquina, que siempre tiene algo para él.


Veremos un enfrentamiento de Peter Parker con el camello de Harry y aquí Stan Lee deja de manifiesto que las drogas tienen una doble cara.
Por un lado, la amabilidad de la persona que te las ofrece, pero que luego te convierte en su esclavo.
Por otro, los efectos peligrosos de la adición, de como te hace cambiar y de que nadie está expuesto a estos peligros: ni ricos ni pobres.

Aunque no tiene nada que ver, el número 99 serviría para denunciar la situación de los presos en las cárceles, y así os podéis hacer una idea de cómo estaba el patio.

Conclusiones de Spiderman El Peligro de las drogas

El cómic finalmente salió a la venta. Lo cierto es que no había ningún artículo específico del Comics Code en donde se prohibiesen imagenes relacionadas con las drogas.
Existían precedentes de esto, en Dc, y es que en la primera aparición de Deadman, en el 225 de Strange Tales, el personaje fumaba opio.
De igual forma, están las historias de Green Arrow & Green Lantern de Dennis O´Neil y Neal Adams que son algo anteriores.

A pesar de que estas tres historias no tuvieron la aprobación del Comics Code, la petición del gobierno tuvo más peso y Stan Lee acudió a Martin Goodman y decidieron publicarlas sin el sello del Comics Code, con el riesgo que corrían.

Finalmente, la conclusión de todo esto fue que los cómics podían servir para concienciar a los más jóvenes de una serie de peligros, con lo cual tumbaban las teorías del fanático de Martin Wertman.

Con esto se demostraba que los cómics, además de entretener, podían servir como medio divulgativo, y así se dió un gran paso para que tuviesen una mejor consideración dentro de la sociedad.