Superpoderes vio la luz a mediados de los años 80, posiblemente, la época más gloriosa que ha vivido el noveno arte. Dicha obra estaría guionizada por Paul Kupperberg y dibujada por “el Rey”, Jack Kirby. Unos cómics que servirían para promocionar la línea de figuras del mismo nombre contando, además, con los lápices de un artista de primera categoría.

Poco se puede decir que no se haya dicho ya de Kirby. La fuerza de su arte y su imaginación desbordante eran indudables, algo que se manifestó en la mayoría de sus cómics.
La obra aquí reseñada pone punto y final a la historia de El Cuarto Mundo, del que ya hablamos más extensamente en el análisis de Mr. Milagro.
En esta obra se continúan los hechos acaecidos en Perros hambrientos, donde una rebelión en Apokolips provoca la huida de Darkseid y sus secuaces.

Superpoderes ha sido publicada recientemente en nuestro país por Ecc en un tomo de tapa dura que incluye la miniserie completa a un precio de 18,95 euros.

Argumento

Como hemos comentado, la historia que nos presenta las páginas de este volumen continúan directamente lo mostrado en la última entrega de la colección dedicada a El Cuarto Mundo por parte de Ecc.

Darkseid junto a Desaad, Kalibak, Steppenwolf y demás súbditos se han trasladado a la Luna para instalarse temporalmente en el satélite de la Tierra, antes de llevar a cabo la destrucción de nuestro planeta y convertirla en una nueva Apokolips, lugar del que se han visto obligados a huir.
Para cumplir esta malvada misión el diabólico villano ha instalado una serie de semillas por toda la superficie terrestre que están conectadas al núcleo del planeta azul y provocarán, si los héroes más poderosos no lo impiden, desastres jamás vistos.
De esta forma, la Liga de la Justicia al percatarse de estos fenómenos actuarán rápidamente para descubrir qué está ocurriendo.
Es, a partir de este momento, cuando el principal supergrupo de Dc se dividirá en diferentes equipos que viajarán a las localizaciones donde se encuentran las semillas y evitar así la destrucción total del planeta Tierra.

Sobre la obra

La propia portada de este tomo nos muestra como los diferentes miembros de la Liga de la Justica tendrán que enfrentarse a los principales esbirros de Darkseid. Tenemos viñetas de acción entretenidas, pero tambien dejando momentos muy ingenuos e inocentes, algo frecuente en esta obra. Quizás, uno de los puntos más atractivos de esta miniserie sea la inclusión de viajes temporales a periodos históricos concretos como la época del Imperio Romano o la Prehistoria. Aquí es donde los diferentes héroes se enfrentan en unas páginas a gladiadores romanos y en otras a dinosaurios de todo tipo.

De alguna forma, aunque el guion corre a cargo de Paul Kupperberg, podríamos creernos que el propio Jack Kirby fuera autor completo de esta obra. La imaginación desbordante de “el Rey” está presente en todo el cómic, a pesar de que durante esos años ya no se encontrara en plena forma.

El guion, al fin y al cabo, siendo sencillo y en ocasiones divertido, no es el principal aliciente para comprar este volumen, siendo el dibujo, realizado por una leyenda del noveno arte como Kirby, el aspecto más destacado de la obra.
Un arte, que, sin estar a la altura de sus mejores trabajos, sigue manteniendo la fuerza, el vigor y el dinamismo característico de un autor tan grande de este medio. Además, en las páginas de este tomo, el dibujante estadounidense, lleva a cabo una mayor experimentación en la composición de páginas y la narrativa, sin embargo, esto no suple las carencias de un guion insustancial y realizado con desgana.

Conclusiones

Con Superpoderes estamos ante un tomo dirigido a los amantes de Kirby y el cómic clásico, o para aquellos que quieran tener de forma completa todo lo publicado sobre El Cuarto Mundo en nuestro país.

La participación de “El Rey” en esta obra es fundamental para verla publicada por estos lares y poder apreciar los diseños de personajes como Batman, Flash o Wonder Woman desde su perspectiva resulta realmente llamativo. A pesar de todo, Superpoderes no llega a tener la calidad de aquellos cómics en los que Kirby era coautor o a autor completo y se queda en una mera curiosidad destinada a un público muy concreto.