Bienvenidos al Mundo del Cómic. Hoy os voy a hablar del último título de la Línea Albión que ha caído en mis manos:
La decimotercera planta.
John Wagner y Alan Grant, creadores del Juez Dredd, son los guionistas de esta obra.. El dibujante es José Ortiz, asi que de esta mezcla de talentos ha salido una historia de terror de lo más interesante.
Publicación en Reino Unido.
La decimotercera planta es una obra que hasta ahora, permanecía inédita en España. Si en los primeros títulos de esta línea, Dolmen arrancaba con cosas clásicas, como Zarpa de Acero, Spider o El Imperio de Trigan, ahora se atreve con material desconocido para la mayoría de los lectores españoles.
Publicado originalmente en la revista Scream ! y Eagle, por seriales, estamos ante una serie de historias cortas, que más tarde serían recopiladas por la editorial Rebelion, en el año 2018.
Argumento de La decimotercera planta.
Vivir en un bloque de vecinos tiene sus inconvenientes. El de arriba hace ruido, el perro del de la izquierda se mea en la escalera, los de abajo tampoco hay quien los aguante. ( yo vivo en un edificio de con mucha gente, así que me identifico con este problema).
En el prólogo, Alan Grant nos cuenta una serie de anécdotas que vivió en su momento, y estas le sirvieron en parte para crear esta historia.
Nos encontramos en la Torre Maswell. Un edificio municipal de última generación, inquilinos alquilados, y gestionado por una inteligencia artificial llamada Max.
Como bien nos explica Max al inicio de cada historia, su principal ocupación es preocuparse del bienestar de sus inquilinos, y lógicamente, Max no puede permitir que pasen ciertas cosas.
Por una cuestión de supersitición, el eficio no tiene decimotercera planta, pasa de la doce a la catorce, pero Max, cuya inteligencia artificial tiene unas grandes dosis de creatividad, ha creado una planta número trece. Un mundo virtual, hecho a la carta, con una serie de escenarios y moradores , a donde lleva a las personas molestas, y siempre, eso si, pensando en el bienestar de sus inquilinos: Max sabe hacer su trabajo.
Recursos narrativos y desarrollo de la historia.
El lector enseguida se identifica con Max, estamos ante un personaje entrañable, cuya lógica no admite discusión alguna.
Las historias son narradas en primera persona, todas comienzan con Max, presentándose a los lectores, ( en ese sentido recuerda a la figura del tio Creepy), y nos pone en antecedentes.
Además de Max, hay otros personajes, como Jerry, el supervisor del edificio, el sargento Ingram, o los distintos vecinos de la Torre Maxwell.
Estamos ante historias cortas, de cuatro páginas, las cuales al principio son autoconclusivas.
Esto hace que en un primer momento las tramas puedan parecer repetitivas: Max se presenta, vemos como se preocupa de cada una de las necesidades de los vecinos, y ocurre algún incidente que requiere su intervención.
Una vez alguien entra en el ascensor, automáticamente Max le llevará a la Decimotercera Planta, en donde podemos encontrar todo tipo de horrores, siempre creados en función de la necesidad de castigar a la persona en cuestión.
La creatividad de Max no tiene límites, y siempre, acompañado de un sentido del humor bastante retorcido.
Para evitar que los argumentos sean repetitivos, las historias dejarán de ser autoconclusivas: Al aparecer varios cadáveres en el ascensor del edificio, la policía empieza a investigar.
Max arreglará los problemas utilizando a uno de los vecinos, mediante hipnósis, y este dejará los cadaveres en otro sitio.
Cada vez se va complicando todo y veremos situaciones de lo más enrevesadas.
Valoración de la Decimotercera Planta.
Resulta poco comprensible que algo así estuviese inédito en España. Hay vida más allá del Juez Dredd, Zarpa de Acero, Spider o Kelly.
Es un cómic menos conocido, los dibujos de José Ortiz son perfectos para este tipo de historias. Los escenarios y los personajes que aparecen en la planta creada por Max son terrorificos, y Ortiz sabe darle una fuerza al dibujo que hace que te metas en la historia.
En lo que a mi respecta, es un cómic totalmente recomendable. Si te gusta el terror, con dosis de ciencia ficción, con un dibujo estupendo, pues adelante.
La editorial Relebion sacó la obra completa en tres tomos, así que estamos ante una serie cortita.
OJalá este tipo de cómics tengan una gran acogida en España y podamos seguir descubriendo obras así.